𝐏𝐒𝐘𝐂𝐇𝐈𝐂 // 𝐀𝐍𝐃𝐘 𝐒𝐓𝐑𝐔𝐂𝐊𝐄𝐑

𝐗𝐈𝐈

los más jóvenes se encontraban investigando sobre los antepasados del Strucker. Se les estaba volviendo costumbre. Sin embargo, mientras leían, Lauren irrumpió en el lugar.

- ¿de nuevo están leyendo ese libro?

- ¿a ti qué te importa? – por debajo de la mesa, ______ le dio una suave patada a su novio, quien le miró de reojo, indignado.

- ¿no deberías estar con tu novio? – la menor le molestó, ganándose la risa de Andy.

- jaja. – la Strucker fingió reír. – Wes volvió a Augusta, para que sepan. – volvió a mirar el libro. – Casi no lo sueltan.

- ¿y?, aquí hay cosas sobre nuestra familia, ¿no te da curiosidad? – le respondió su hermano.

- no, gracias. Sé todo lo que necesito saber sobre nuestro bisabuelo psicópata. - ______ comenzó a sentir una leve tensión entre ambos, como cada vez que hablaban sobre el tema.

- no era un psicópata. Mira, este libro lo escribieron humanos. Tiene un gran sesgo en nuestra contra. – intentó explicarle el muchacho.

- Andreas y su hermana intentaban construir algo. – le siguió la otra adolescente. – Un lugar para mutantes...

- chicos. – Lauren los interrumpió. – Miren este lugar. Estamos literalmente en un lugar para mutantes.

- no me refiero a un lugar para esconderse. – le respondió Andy. – Eso es lo que hacemos aquí.

- no. – le contradijo ahora la mayor. – No, no lo es. Los Clandestinos están salvando gente. Ellos eran asesinos. – lo último lo dijo refiriéndose a sus antepasados.

- ¿sabes de la revolución estadounidense? – habló nuevamente el chico. – Nadie le dijo asesino a George Washington por luchar contra...

- esta no es una guerra de fantasía, ¿sí? - ______ sentía la necesidad de acabar con el tema. Lauren no iba a comprender lo que tenían para explicarle así que no tenía sentido seguir intentándolo.

- lo que digas. – fue lo que respondió el Strucker. - Todos están alterados por las hermanas Frost por alguna razón. Al menos nos tratan como adultos.

- ¿las hermanas Frost? – le cuestionó la mayor, incrédula. – No me digas que te convencieron. – ante el silencio volvió a hablar. – Esas chicas son mentirosas.

- ¿sí? – la menor miró a su novio, ¿cuándo pensaban detener aquella discusión? – Quizás son las únicas aquí que dicen la verdad.

eso consiguió enojar por completo a la rubia, por lo que esta decidió marcharse, dejando a los menores nuevamente solos.

- dydy, no creo que Lauren vaya a entender a lo que nos referimos. – dijo en un tono bajo. – Si siguen discutiendo por esto solo van a conseguir alejarse más.

- lo sé, pero... - el chico suspiró, frotándose el rostro con las manos, frustrado. – Estoy harto de que ni siquiera hagan el intento de escuchar y entender.

ella sabía que era agotador. Querían pelear para ya no tener que esconderse; para dejar de ser discriminados por nacer con habilidades. Son diferentes, pero eso no debía ser motivo para que la humanidad los odie, y, sin embargo, aun así existen grupos de odio con el fin de exterminarlos, como si fueran seres malditos.

ellos entendían la labor de los Mutantes Clandestinos, pero justamente esa última palabra los hacía vivir condenados a una vida llena de riesgo. A una vida ocultos del ojo público.

seres increíbles como Sonya habían muerto en manos de humanos que consideraban sus vidas insignificantes, ¿acaso eso no es injusto?

claro que era injusto, pero los humanos están tan acostumbrados a su burbuja que no iban a notar el error hasta que alguien se atreviera a levantar la voz e iniciar el cambio. Esos podían ser ellos.