Jayden salió de la habitación y yo pude volver a respirar normalmente. Cuando estoy en frente de él tengo que tener una sonrisa de oreja a oreja todo el tiempo.
- Me supongo que has leído todo el contrato que mi hija te dio – Coralee me sorprende al hablar después de haber estado con los ojos cerrados más de tres minutos.
- Si, por supuesto.
- Y me supongo que habrás leído que el personal no puede tener relaciones no profesionales con algún miembro de mi familia – asiento mientras trago grueso.
- Si, también he leído esa cláusula, pero no entiendo el porqué de su pregunta – ella se acomoda en su sitio y yo trato de calmar mi respiración.
- Bueno, te he visto sonreírle repetidas veces a mi nieto – cruza ambas manos en su regazo y yo trato de buscar una excusa.
- Oh... no era mi intención ser irrespetuosa, suelo ser así con todo el mundo.
<Sí, claro>
Ella no dice nada por unos segundos y luego me vuelve a sorprender cuando me da una pequeña sonrisa.
- A mi nieto no le vendría nada mal una amiga. Hace un tiempo su novia terminó con él y ha estado algo decaído. Nunca ha solido tener muchos amigos. Creo que le vendría bien una. ¿Puedo contar contigo? – de todas las cosas que me podían pasar no me esperaba para nada que la señora Ricci me ofrecería ser cercana con su nieto.
- Claro, pero la cláusula...
- Según tengo entendido la cláusula es solo para los miembros de esta familia que tengan pareja y Jayden no la tiene. Además, te estoy pidiendo que seas su amiga no más que eso – esta señora y sus cambios de emoción nunca dejan de sorprenderme.
Primero me estaba sonriendo y ahora me está hablando muy seriamente.
- Por supuesto – después de todo tendré que ganarme el corazón de la señora Ricci también.
Dan unos toques en la puerta y segundos después ingresa una joven la cual supongo que es la ama de llaves ya que el día de ayer entró a la misma hora para avisar que la cena estaba lista.
- Disculpe, señora Ricci. La cena ya está lista – ella solo asiente y la joven procede a retirarse – Con permiso.
Al igual que ayer llevo la silla de ruedas hasta la cama y la señora Ricci suspira. La puerta vuelve a abrirse dejando ver a su nieto de vuelta.
Ahora ya no se encuentra con el traje y camisa blanca para el trabajo, en cambio ahora tiene el cabello húmedo y una camiseta blanca de manga corta junto con unos pantalones de buzo negro.
- ¿Necesitas ayuda? – pregunta mientras se acerca unos pasos hasta nosotras.
- Si, por favor – doy algunos pasos al costado dejando que él alce a su abuela con cuidado y la deposite en la silla de ruedas – Se lo agradezco.
Coralee me mira levantando una ceja y me doy cuenta de lo que me quiere decir.
- Te lo agradezco, disculpa es la costumbre – me corrijo con una sonrisa en el rostro y él solo asiente sin mirarme a los ojos.
Doy un breve suspiro al no ver esa sonrisa en su rostro como en el primer día.
Llevo la silla de ruedas por el pasillo hasta llegar a las escaleras donde Jayden me ayuda a bajarla, cuando estamos en el primer piso él lidera el camino hasta el comedor y cuando veo todos los platos servidos en la gran mesa me doy cuenta del hambre que tengo.
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Todo por Amor
Teen FictionVenganza. Eso es lo único que piensa Madison Rinaldi todos los días después de que le quitaran lo que ella más amaba en el mundo. Y los integrantes de la familia Edwards Ricci son los responsables de ello. Para lograr su cometido, Madison tendrá qu...