Las mañanas no me gustan, despertar temprano es mi tortura personal, soy nocturna, en una vida diurna, igual sobrevivo a base de gruñidos y malas caras, ese es mi despertar, pero que alguien lo haga y no la alarma de mi móvil, es lo peor, porque tengo la imperiosa necesidad de sazonarlo y freírlo al vapor.
Escucho que me llaman repetidamente, creo que es un sueño, pero la voz persiste, trato de taparme cabeza y todo, tarde en atrapar el sueño esa noche.
Demasiados acontecimientos me torturaban, al final no sé como logré quedarme dormida, cuando siento que me invade el frío que debía cubrir mi sábana. Gruño de fastidio, me siento terriblemente agotada, como si no hubiera descansado, y cuando abro los ojos, ahí de pie con peor cara que la mía, él, el nuevo protagonista de mis pesadillas, Mario.
Mi propia versión de Shrek pero en rojo.
-¿No te dije que fueras puntual?, ¿Crees acaso que puedes salirte con la tuya?- como es posible que mi madre lo haya dejado entrar a mi cuarto cada vez que se le antoja, y siempre sin avisar.
- Corre para el baño, te doy diez minutos, y cinco para que cambies esa horrible cara que tienes, ponte la mejor que tengas de reserva, que no soporto mirarte- abrí mis ojos de asombro jamás creí escuchar tamaña insolencia, será cretino y fresco.-
- ¿Quién coño te has creído que eres para venir a mi casa, a mi cuarto a insultarme?- dió un paso atrás al no esperar que reaccionara de esa forma, aproveché para plantarle cara, quise terminar con la chica piedra, ya era hora de ponerlo en su lugar, podía parecer un dios seductor pero ya a mi me la sudaba, los chicos eran los que sobraban, y no le iba a permitir ni un maltrato más, era una mujer y tenía que respetarme por ese simple hecho, ser chica o inmigrante no le daba el derecho a tratarme de esa forma.
- Te lo voy a aclarar de una vez para que no te coja de sorpresa, a mí, a partir de ahora me respetas, no eres mi padre, ni mi hermano ni mi novio!- le sostuve la mirada esperando su respuesta
-Aún no lo soy, pero eso ¡está por verse!, y huye que hueles fatal, tu pelo parece nido de pájaro, o de gallina. - se echo a reír de lo lindo
- Te espero abajo y por tu bien !se puntual!- ahí quedé roja como tomate, nuevamente de piedra, caminé con paso de monstruo de la laguna hacia el baño. Este chico era realmente especial de una manera perversa, que odio, lo azaría en pulla y lo tiraría a los cerdos.
Igual dejé enfriar todo mi cuerpo en la ducha y me apresuré, temí que pudiera hacer algo en la escuela de lo que me arrepentiría, y era mi primer día, cuando bajé, estaba casual, apoyado en el portal de mi casa con los brazos cruzados, me miró de mala gana.
-¿No te dije que te cambiaras la cara?
- ¡Joder, eres increíble!- bufé de la impotencia- y Salí calle abajo cuando siento que me toma de la mano me tira hacia él y me dice cerquita rozando su aliento mentolado en mis labios.
- El cole queda en la dirección contraria— puse cara de creída y le solté muy a mi pesar.
- Ha, lo sabía, ¡solo quería verte la cara!- y cambié el rumbo, otro amanecer de pies izquierdo podía respirar, perdí la emoción del primer día, ni miedo, solo decepción podía sentir, no quería saber que sería lo próximo. Lo único bueno de todo el trayecto es que iba detrás de él, y podía apreciar su espalda de atleta, las piernas definidas y el pantalón escolar que le quedaba ajustado a su trasero, un trasero para morirse, es una lástima, que fuera el ogro de mi historia, pero al menos adornaba el paisaje.
Se vira de pronto en mi dirección lo cual hace que me pare en seco.
- Deja de mirarme el trasero, limpia tu baba- me pone un pañuelo que saca de su bolsillo en la mano.- ¿Qué te pasa?- lo empujo en un acto de genuina defensa
- ¿Qué me pasa? No sé ¿dímelo tu?
- No tengo ni idea que coño he hecho para que me trates como basura.
- Tal vez porque eso eres.
- No creo que seas tan cruel, acabo de llegar no te hecho nada y has convertido mi vida en un maldito martirio
-¿Porqué?-
-Porque me da la gana y porque puedo.
—Eso no es una respuesta-
- Camina, o vamos a llegar tarde. Cómo ve que no me muevo me toma ppr los hombros. - algún dia vas a tener que decirme que quieres de mi.
Esa boca va a tener que abrirse y pedirme los que quieres. Espero que no demores mucho- me soltó y siguió su camino. Me di cuenta que erea el momento perfecto para mejorar la situación entre los dos.
Aunque estaba lejos de entender sus palabras anteriores.-
-Espera- me mira intrigado- hay posibilidades de hacer las paces- no me critiquen por favor alguno tiene que ceder, y por el rumbo que esto va tengo que ser yo, el parece que se la suda, no me importa ni un poco bajar la cabeza con tal que me deje respirar un poco-
-¿Puedo pedirte algo?.
- ¡No! Responde seguro de sí.
-¿Por favor te lo pido empecemos de nuevo?
-¡No!- repite,
- Entonces, ¿puedes ayudarme con el móvil?, es nuevo y no entiendo nada- corro detrás de el intentando obtener algo.
- Ya el móvil está listo para usar, te lo configuré y te registré los números de todos nosotros, el de mi madre también, te abrí cuenta en facebook e instagram ya puedes acceder fácil a ellos, te hice todo el trabajo duro, no molestes más-
Dios mío de mi vida, ya esto es lo último, no lo creo no puede ser verdad, pero… la piedra que vive en mi vuelve a hacer acto de presencia.
- ¿Qué acabas de decir?
- ¿Estás sorda?-
- No, no lo estoy, pero eso que hicisteis debe de ser ilegal como mínimo-
- No me importa- pero su descaro es impresionante.
– No debiste tomar mi celular sin mi consentimiento-
- Igual me lo ibas a pedir, solo te ahorré el trabajo de hacerlo
- Pero tenía clave-
-Mis conocimientos en informática son excelentes, además tengo un profe en casa- abro grande mis ojos-
- Eres un desquiciado-
- No tienes idea--¿Estás loco?-
- Es posible, y sonríe con descaro,- me pongo roja como cereza. Intento desafiarle con la mirada- el me la sostiene hasta que sus ojos miran en dirección al labio que estoy mordiendo de impotencia.
Relaja el semblante un poco y me dice tomándome por una mano y acercándome a él
- Mira Mariana…- escuchar mi nombre salir por su boca hace que se despierte algo en la boca de mi estomago, cuando va a continuar cosa que esperaba con ansias, quería saber que saldría de esa boca cuando no me miraba con odio o asco, con esa nueva mirada indescifrable, siento que me cargan desde atrás, me dan vueltas en el aire, puedo ver como los chicos nos habían alcanzado y no tenía idea de cual me había convertido en su presa, pataleo intentando que me libere y lo hace.
Cuando logro tocar nuevamente la tierra el chico atrevido me pega en una nalga haciéndome brincar hacia adelante espantada-
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Mariana
RandomUna chica en un entorno y barrio totalmente nuevo, cinco chicos que invadirán su vida. Malas elecciones, promesas incumplidas? preguntas sin respuestas. Primeras veces, esto y más es la tormenta que acaba de iniciar en la vida de Mariana