19. Realmente odio a los gatos

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— ¡Minho, tenemos problemas! — Felix entró a su habitación, como de costumbre, sin tocar. Se subió sobre la espalda de Minho. Normalmente dormía boca abajo.

— ¿Qué pasa? Es muy temprano, ¿ya estás mejor? — su voz estaba rasposa.

— ¡¡Sí!! Pero más importante ¡tenemos problemas! ¡Es el señor gato!

[...]

— Estaba persiguiendo una flor que salió volando de la ventana y saltó a esa rama. — Felix explicaba a Minho mientras señalaba al gato sobre el árbol — y ahora no puede bajar. — dijo con tristeza, mas Lee observaba incrédulo ¿este era el problema que "tenían"?

— Ciertamente es estúpido.

— ¿Puedes salvarlo?

-No bromees, ¿por qué tendría que hacerlo?

— Está bien, yo lo haré. — Byul se ofreció. Lee bufó.

— BIEN, IRÉ YO — Minho se le adelanto. Felix lo había ido a buscar a él para que lo hiciera, a él, no a Moon. — Pero no volveré a hacer esto otra vez. — Extendió sus alas y voló hasta la punta del árbol. Se acercó al gato y lo miró enfermo. Lo tomó de la piel y lo alzó. Felix lo miraba desde abajo, totalmente encantado con el accionar del demonio. Realmente lo amaba.

Lo siguió con la mirada hasta que aterrizó frente a él y le arrojó al animal. Felix lo atrapó. — Esto es para agradecer por la flor de la otra noche.

— ¿Flor? — El rubio estaba confundido. Minho no se lo había dicho a él, sino al gato. Se retiró dejando a Lix confundido.

— No puedo creer que Minho haya salvado al gato. — Byul comentó anonadada.

— ¿Ves, Byul? — Felix  realmente estaba contento y orgulloso. — Minhonnie es amable, ¿verdad?

— Esto es raro... Él no era así.. — dijo más para ella que para el niño.

Felix  la miró pensante, sonrió y salió corriendo para alcanzar a Minho y caminó a su lado con una sonrisa.

— oye, no te acerques a mi con esa cosa en brazos.

[...]

Si lo pienso, fue cuando el gato negro llegó a la mansión que el desastre comenzó.

Minho despertó al sentir un olor que conocía muy bien. Se sentó en la cama alarmado.

— ¿Qué es esto? Es como si oliera a gato — el simple olor lo descomponia. — ¿Es mi imaginación? Pero más importante, siento la presencia de otro demonio. — llevó una mano a su cabeza — ¿Y que es esta incomodidad? — logró sentir en ella algo triangular, suave y flexible. A demás, sentía cada toque que le daba a esa protuberancia, como si fuera una extensión de sí mismo —¿eh?

—¡Minhonnie, es terrible! — Feliz entró a su habitación. — ¡Desde esta mañana, todos tienen orejas de gato en sus cabezas... — Minho lo miró perturbado y él se detuvo abrutamente, sorprendido. Minho también traía orejas de gato en su cabeza.

El demonio se levantó rápido y corrió a un espejo donde verse.

— ¡¿QUÉ DEMONIOS ES ESTO!?

[…..]

— ¿Tú lo hiciste? — señaló al hombre que se encontraba sentado en el sillón de su sala — ¡Jeongin!

— Como parece que sigues de vacaciones, vine por mi cuenta.— aquel demonio también llevaba orejas de gato y traía uno blanco sobre su regazo, al cual acariciaba.

 𝖀𝖓𝖆 𝖋𝖑𝖔𝖗 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖚𝖓 𝖉𝖊𝖒𝖔𝖓𝖎𝖔 - ᴍɪɴʟɪx - [𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora