𝖀𝖓𝖆 𝖋𝖑𝖔𝖗 𝖕𝖆𝖗𝖆 𝖚𝖓 𝖉𝖊𝖒𝖔𝖓𝖎𝖔 - ᴍɪɴʟɪx - [𝐀𝐝𝐚𝐩𝐭𝐚𝐜𝐢ó𝐧]

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- Todos... Escuchenme...- Minho se levantó del sillón una vez que todos estaban más cómodos luego de lo sucedido. - Les causé muchos problemas, lo siento - los presentes se miraron entre ellos - y... Aprecio su ayuda - se giró rápidamente para irse.

-¡¡¿Qué?!! - dijeron al unísono.

-¡¡Minho se disculpó con nosotros!! - Jisung abrió los ojos como platos.

-¡¡Nos agradeció!!- Byul traía la boca abierta y su mano en el pecho.

-¡¡Soy muy joven para que llegue el fin del mundo!! - Hyunjin cubrió su rostro, exagerando.

- ¡Qué molestos! - suspiró el pelinegro mientras se alejaba.

- ¡Espera, Minhonnie! - Felix lo alcanzó, sosteniendolo del brazo. - ¿Dónde vas? - Minho volteó a verlo. - No... No vayas, no vayas a ningún otro lugar - puso una mirada triste, mientras se sonrojaba ante la petición.
El corazón de Minho latió fuerte y zafó su agarre bruscamente.

- Idiota... - susurró cubriendo parte de su rostro con el brazo - Sólo iba a cambiarme, estás exagerando. - se volteó para que Felix no notara el color que su rostro había tomado.

- Oh... Minhonnie?

- Y-Y regresa ya a la normalidad. ¡Esto es desagradable!.- siguió su camino.

- Bueno... Pero me pregunto cuándo será eso.- Lee frenó y volteó.

-¿Cómo creciste? ¿Con la poción? Sólo durará una hora.

- Eeh... No, el señor rey demonio hizo un chasquido con sus dedos y ¡puff!, crecí. - explicó con sus manos.

- ¡AY, ESE VIEJO!

- ¿Mm?

[...]

- Oh, querido, tenemos un problema. - Hyunjin habló una vez que Felix y Minho volvieron a la sala, para que éste último comentara lo que el primero le mencionó.

- ¿Cuál es el problema? - el rubio estaba sentado junto a Lee, aferrado a su brazo. Peligrosamente cerca para el demonio.

- Felix, vete para allá - señaló la punta del sillón.

- ¿Eeeehhh? - se quejó.

- ¡PARA ESE LADO! - Obedeció.

Sé que al llegar a casa nos abrazamos, pero ahora que mis sentidos han regresado, es definitivamente imposible, sí, imposible. El Felix adulto hace que mi corazón zumbe y no se pueda calmar.

- Como decía, Felix, ahora estás en tu forma adulta, pero no por una poción, sino por un hechizo. Y, en esencia, el único que puede liberarlo, es quien lo puso.
Si fuese un hechizo común, Minho o yo podríamos deshacerlo, pero se trata de un hechizo del rey de los demonios, así que, en otras palabras, para regresarte a la normalidad, tendríamos que pedirle al rey supersádico que lo libere. - Felix tragó aire, asustado.

- P-Pero tuvimos tantos problemas para escapar del señor rey demonio...

- Con razón el viejo no envió a nadie tras nosotros...- Lee se levantó. - Vamos, Felix.

-¿¿Eh?? ¿Piensas regresar?

- ¿Cómo diablos voy a regresar? Romperé el hechizo de ese viejo senil. ¡¡NUNCA SUBESTIMES AL GRAN DEMONIO LEE MINHO, ¿OÍSTE VIEJO PERVERTIDO?!! - Rió como todo un loco.

- Él en verdad odia a Chan-nim - susurró Byul a su prometido.

- Yo creo que ambos se adoran.

- ¡Guarden silencio! ¡Es hora de trabajar!