La decisión de Liam

607 46 1
                                    

Eda se encontraba caminando por las tuberías con su arma frente a ella, buscando a la maldita bestia que la estaba cazando, odiaba sentirse como la presa en lugar de como la depredadora, mientras caminaba hacía donde las huellas la guiaban escuchaba las voces de su abuelo y de su padre a la distancia.

—¿Cómo la detenemos?

—Según las leyendas, el arma mas efectiva era una simple lanza en manos de una mujer

—La doncella de Gevaudan

—Así es

Luego de eso, Eda solo escuchó silencio, se detuvo justo cuando el camino se volvía más oscuro, coloco sus manos en la pared, localizando por medio de la termodinámica, a sus parientes, sabía que la bestia estaba ahí al igual que los doctores del miedo, eran sus familiares, desobligados y que aún no perdonaba por haberla abandonado.

Pero aún, ella creía fervientemente que no se debe abandonar a la familia, por esa razón, los estaba cuidando a ellos, su abuelo, podía cuidarse por su cuenta, después de todo, es él quien le enseño todas las cosas que sabia acerca de las bestias.

Pero su padre, su padre no era tan listo como su abuelo, se detuvo detrás de él y suspiro, llamando la atención del hombre que se supone debería cuidarla en lugar de ella a él.

—Eso es solo el principio—le dice viéndolo y él se pone de pie

—¿Tú sabias de este lugar?

—Es la guardia de la bestia, donde se alimenta, donde duerme—responde aun sintiéndose un poco cansad por el viaje del que acababa de regresar

—¿De donde vienes? ¿Por qué no has dicho nada a la policía? —pregunta Chris preocupado y angustiado de que Eda este metida en todo eso

—¿Ahora te preocupas? —le pregunta cruzándose de brazos y con la mirada herida—no es de tu importancia de dónde vengo, descubrí este lugar hoy, al igual que tú, estaba siguiendo a los doctores del miedo, descubrí los cadáveres antes por mis poderes, puedo sentir la muerte espirando en todo este lugar

—Debo llamar a la policía—saca su teléfono

—Hazlo, yo seguiré con mi cacería—Chris sostienen la muñeca de Eda, evitando que se vaya, la chica se zafa a la fuerza—No me detengas

—Es peligroso

—He pasado por cosas peores—responde gruñendo y saliendo de ahí, topándose a su abuelo en la salida de esa parte del túnel—Abuelo—saluda

—Mi querida nieta, espero tengas más suerte que nosotros

—Yo también, mientras tanto tendrán una carga de cadáveres de la cual encargarse, no puedo hacer nada por los muertos, pero puedo intentar hacer algo por los vivos—se despide saliendo de ahí con rapidez, Gerald se acerca a su hijo quien cuelga luego de haber reportado el caso

—Deberías tener más confianza en tu hija

—Solo quiero cuidarla

—Ella no necesita que la cuides, no luego de que la abandonaste—le recrimina Gerald, quien, por primera vez sentía un poco de empatía por alguien que no fuera él mismo, había fallado antes con Allison, pero es porque esa chica era débil, en cambio, Eda era mil veces más fuerte.

Allison se hubiera derrumbado ante los doctores del miedo, ante la pila de cadáveres que esta dejando la bestia, sus emociones se hubieran descontrolado, hubiera llorado y se lamentaría de todo, pero Eda, ella no era así, pues Eda conocía el dolor mejor que nadie, conocía lo que era sufrir y algo como un cadáver no le removía las entrañas como para paralizarla.

Broken Wolf| Liam DunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora