III

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La canción de arriba es la que imaginé para la melodía del bosque en una de las escenas. Pueden ponerla para ambientar o escucharla después. Como se sientan más cómodos.

Sin mas, disfruten la lectura<3.

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UN VIAJE

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Amarie se había despertado primero que Cirdan, no había podido dormir bien en toda la noche. Estaba nerviosa, y sin embargo, Cirdan se había despertado al poco tiempo después. La había mirado de arriba a abajo y le había ordenado bañarse. A Amarie no le gustaba que la mandara pero él tenía razón, ella necesitaba un baño. Cirdan le había dicho que en la parte trasera de su casa yacía un bote con agua con el que se podía lavar la cara al menos hasta que encontraran un río en el camino. Luego, sin decir absolutamente nada, rebuscó entre las cosas que había comprado ayer y le lanzó una túnica azul oscuro con una vieja capa raída del mismo color. Amarie la había mirado con ojos críticos pero accedió sin decir nada.

Cirdan aun estaba molesto, no quería hablarle siquiera, estaba seguro de que no llegarían a la mitad del camino con su inocente y torpe compañera, aunque ya admitió que le caía bien no significaba que iban a ser los mejores amigos y tomarse unas cervezas de raíz de vez en cuando. El solo tenía que llevarla, no habían dicho nada sobre tener que hablarse ni entablar lazos afectuosos, porque Cirdan de eso no sabía nada, el único lazo que había construido era el de asesinar y dar miedo. No sabía hacer otra cosa que ser hostil, después de todo, eso fue lo que le enseñaron desde niño en las tropas de Bellabelle.

Bellabelle...

Una mujer muy fuerte que se ganó el respeto de Cirdan con el pasar de los años cuando empezó a conocerla de verdad. Siempre tenía la respuesta para todo, una mujer muy inteligente sin duda. No se amedrentaba con nada. E incluso después de que su esposo se fuera del hogar, ella se mantuvo fuerte porque era su deber mantener a salvo el reino.

Amarie entró en la casa de nuevo, tomó el morral que estaba en el mueble y sin que el gigante hombre viera, metió la carta que debía entregar al Rey de Mounlinstart dentro de él. Si, Cirdan había dividido las raciones de comida que tan solo le durarán unas semanas hasta que puedan cazar dentro del bosque. Si se iba a quedar sin comida y pasar hambre, que ella lo hiciera con sus raciones y no con las de él. Estaba claro que ella no sabía cómo racionar la comida. Ahora debían ir a robar unos caballos, porque Cirdan se había gastado todo el dinero. En poco más que bebidas, raciones y ropa.

–Nos vamos– Tal vez tenía un complejo de dominante porque Amarie ya estaba empezando a hartarse de que cada vez que abriera la boca fuera para una orden, las preguntas no estaban dentro del vocabulario de Cirdan, y mucho menos ser cortés y decir cosas como "por favor", Amarie empezaba a sospechar que si decía algunas de esas cosas terminaría desintegrado por completo, de otra forma no entendía porque hablaba de manera tan seria y controladora.

Empezaron a caminar por la aldea hasta que llegaron a un establo en donde estaba sentado un señor muy viejo. Énfasis en viejo ya que los elfos no llegaban a su vejez fácilmente y era un poco raro ver a viejos entre ellos.

–Conversa con él. Cuando te silbe, corre hacia mí– Otra orden que Amarie había tomado con resignación, suspiró con exasperación y se dirigió hasta el hombre.

–Buenos días– le dijo con un dulce tono muy propio de ella cuando estaba de buen humor. El hombre, cansado, la miró y sonrió.

–Buenos días, niña– Ese hombre debía de ser muy pero que muy viejo para tener ese aspecto. Amarie no pudo calcular su edad exacta, y solo eso la hizo interesarse más.

Imperium I: Entre lágrimas y verdades.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora