Su historia.

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—Solo uno más, tienes que subir por la ventana. Ir ebria no ayudará, creo yo—dice Conor a mi lado.

—Oh vamos aburrido, eres tú el que conduce no yo—ruedo los ojos y me bebo el chupito de golpe, hago una mueca y Conor de burla.

—¿H?—pregunta y lo miro

—¿Mm?—

—Yo...—y dejo de escucharlo cuando siento una mano en mi culo, me doy la vuelta rápidamente y solo hago lo que me dice mi instinto.

—¿¡Que crees que haces pedazo de imbecil?!— lo empujó hasta que choca con la pared con mi mano hecha un puño con su camiseta siento a Conor tras de mi y sin saber cómo y por que lo siento furioso al igual que yo.

El chico pegado a la pared se encoge y parece que lucha por respirar. Le aprieto un poco más y le suelto empujándole más contra la pared, le lanzo una mirada de pocos amigos y me doy la vuelta.

Sin pensar cojo a Conor de la mano y nos llevo al patio, me siento en el borde de la Pusina y me quito las zapatillas y calcetines, meto los pies en el agua y Conor me imita.

—A veces me avergüenzo de la humanidad. Vamos de mal en peor.—dice Conor, me acerco más a él hasta que quedamos pegados, apoyo mi cabeza en su hombro y un poco de mi peso en él, me rodea con su brazo.

Siento ese revuelto en las tripas y un cosquilleo por todo mi cuerpo, la punta de los dedos me cosquillea y, no se si es por el alcohol o simplemente fuerza de voluntad o deseo, pero cojo su mano y la enlazo con la mía.

—He tenido la suerte de que me mirases en esa fiesta en tu piscina.—

—Lo siento—se disculpa y lo miro con confusión

—¿Que? ¿Por que?—pregunto y siento que aprieta mi mano un poco, le devuelvo el apretón sin saber por que.

—Por que creí que esa era la primera vez que te veía, que te conocí. Pero no era esa... lo que me dijiste... yo lo siento en ese entonces solo era hormonas y ganas de popularidad sin neuronas. Lo siento.—

—Eres otra persona, Cono, nk hace falta que te disculpes— digo muy sinceramente.

Deja un beso en la parte superior de mi cabeza y me recorre una electricidad, me acurruco más contra él.

—¿Sabes lo mucho que tarde en encontrarte?—rompe el silencio de repente.

—¿De que hablas?—pregunto sabiendo que el alcohol de antes ya no es tan fuerte u que me acordaré de todo mañana.

—Encontrar a alguien que me hiciese sentir así de completo—

Y con esas palabras hiciste que mi mundo entero temblara. Es asombrosa la capacidad que puede tener una persona para que tu mundo entero tiemble, para bien o para mal.

Es increíble como las personas que nunca demostraron sentir nada son las que sienten más, es maravillosa la capacidad del humano de amar, de sentir, de hacer sentir. ¿Pero y si todo eso que sentimos como amor y alegría son unas simples reacciones químicas que suceden en nuestro organismo? Simples reacciones químicas que son capaces de hacernos sentir alegría, amor, odio...

Tal vez vivir no es más que una farsa ¿para que seguir yo haciéndolo cuando la única persona que me provocaba esas malditas y jodidas reacciones químicas que me hacían sentir vivas me abandonó? ¿Para que seguir viviendo en una farsa donde simplemente los humanos somos células, órganos, huesos y sangre?

Pero no puedo dejar de hacerlo, no puedo por que para mi sería muy fácil, muy valiente, muy fuerte pero pienso en mis hermanos... en mis papás, simplemente no puedo, sería como agregarles a ellos un poco más de agonía a sus miserables vidas.

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