PRÓLOGO

45 3 6
                                    


¿Como es posible sentirse tan mal sabiendo que esto podía pasar? ¿Como es que deje que pasara esto?

Yo estaba rota, él lo sabía y aún así me destrozo. Yo estaba machacada, perdida, en pequeños trozos que eran imposibles de juntar, en trozos que yo estaba recogiendo sola, hasta que llegaste tú y me hiciste creer que me los estabas ayudando a recoger, me hiciste creer que por fin tenía a alguien que miraba a través de todas las cosas malas que hasta yo misma me creí...

Yo confié en ti, tú me lo hiciste hacer, yo te entregue todos los pedazos...me hiciste creer que los estabas juntando, hasta que los tiraste sin más a un vacío al que yo no podía llegar sin caer en otro más profundo.

Me hiciste creer que me estabas tendiendo una soga, que me estabas dando tu mano para poder salir de ese pozo en el que no era consciente que estaba, me hiciste creer que tu, y solo tú, podías ser mi lugar seguro, que tú podrías ser esa persona con la que tanto he soñado.

Me hiciste creer que por fin se estaba cumpliendo todo lo que me imaginé una vez, confié en ti, me arriesgué por ti sabiendo que eso jamas sería posible, pero aún así lo hice, aposté. Por que como dijiste tu una vez: "De eso sirve apostar ¿no?. Si ganas o pierdes lo elige la suerte." Y la suerte eligió que yo perdía, perdí todo lo que me ayudaste a conseguir, perdí todo lo que me costó a mi sola conseguir, perdí incluso hasta lo que no tenia. Me destruiste, me destruiste sabiendo lo rota que estaba.

¿Lo pensaste dos veces? ¿Pensaste en lo que me pasaría a mi? ¿Pensaste siquiera en eso que tú llamabas "nuestro"? ¿Que pasó con lo de "chica ruda"? ¿Que pasó con lo de "nada está tan roto como para no arreglarlo"? No, no estaba tan rota, estaba tan destrozada que no se como lograste romperme aún más. Y lo sabías. Lo sabías.

Escuchaste, escuchaste cada latido de mi corazón, escuchaste cada respiración que daban mis pulmones, escuchaste cada palabra que salió de mis labios, escuchaste todo de mi y aún así me destrozaste. Yo te escuche, yo estuve para ti, yo estaba para ti, yo escuché cada latido, respiración, palabra y suspiro que era tuyo, yo jamas te habría destrozado, y pese a todo lo que ahora nos pasó sería incapaz de hacerlo ¿como podría hacerlo si no tengo fuerzas ni para mirar como estoy yo? ¿Como destrozaste sabiendo todo lo que me diste en ese tiempo y me quitaste en dos minutos?

Y ahora estoy aquí, no se como hacerlo, no se como levantarme, pero siempre lo hago ¿no? Siempre me levanto, y te aseguro que lo haré, me levantaré, me levantaré por que lo he hecho más de una vez, lo he hecho con tu ayuda pero también me he levantado demasiadas veces sola sin que los demás se enterasen siquiera de que me había caído, nunca nadie lo supo ¿sabes? Nadie nunca supo cuántas veces caí, cuándo caí, te lo conté a ti, fuiste tú el que supo tan solo un par de mis caídas, solo un par, me he caído tantas veces, me he levantado tantas veces sola que ya es costumbre.

Ni siquiera sabía lo mal que estaba, joder, no estaba mal, al menos yo no me daba cuenta, tengo todo lo que quiero, lo que se necesita, tengo amor de familia de sobra, pero aún así me sentía vacía, me sentía rota y no sabía por que, nunca lo supe, solo sabía que de alguna manera saber que tenía a alguien que no era mi familia me daba aliento, que por primera vez tenía a alguien junto a mi que no fuera mi hermana, mi madre o mi padre, me daba aliento saber que por fin alguien me aceptaba, o al menos lo creía.

No me di cuenta, no me di cuenta de como me estaban destrozando, como la sociedad me destrozo desde pequeña, nunca me di cuenta de eso, de como los demás niño me excluían, como me era tan difícil integrarme, nunca me di cuenta de las miradas asquientas de algunas chicas, nunca me di cuenta de esa mirada que me dirigía todos los días al espejo de desaprobación, nunca me di cuenta hasta que llegaste tú y me enseñaste a verme brillar un poco, me enseñaste a ver lo que no era capaz de ver, aprendí que no era tan mala, que alguien más, aparte de mi familia, podía quererme. Eso te lo agradezco, eso lo aprendí contigo, aunque antes de conocerte lo estaba intentando, contigo fue un poco más fácil, pero yo sola lo estaba intentando.

Nunca necesité a nadie, no necesitaré a nadie. Yo puedo con esto, yo soy capaz de esto, me merezco ser feliz, estar en paz conmigo misma, entenderme.

Gracias por llegar, gracias por ayudarme a ver lo que yo no podía ver en mi, gracias por hacerme creer en las historias de libros y, sobretodo, gracias por destrozarme ¿y sabes por que? Por que el dolor me hace fuerte, siempre lo ha hecho, y de verdad, gracias por hacerme creer y luego destrozarme, y nótese la ironía en este agradecimiento, por que, joder, nunca nada me había dolido tanto y mira que se de dolor.

Pero tal vez, muy en el fondo, se que no fue tu culpa, que tú no tenías la culpa de lo que nos paso. Que tú no eres el responsable pero no puedo evitar echarte la culpa, por que no se como hacerlo, no se como aceptarlo y no se como dejar de culparte, por que es tu culpa: tú me destrozaste más de lo que ya estaba.

APOSTAR A LA SUERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora