Cursiladas.

14 3 0
                                    

16

Me siento sola en la mesa del comedor, intentando con todas mis ganas disimular el desagrado que me genera la humanidad.

Y es irónico, por que a pesar de que odio a la humanidad me encanta ayudar a los demás, regalar sonrisas a gente que parece necesitarla, me gusta ser voluntaria y dar felicidad con mi ayuda. Y es irónico porque yo detesto al ser humano... bueno tal vez no los deteste tanto si me gusta ayudar.

Veo la mirada sorprendida de Shelsy en la otra mesa donde está Owen que no levanta la vista para no mirarme. Niego lentamente y Shelsy parece entender que es mejor que lo deje así, todo está muy reciente.

Termino mi manzana y giro mi cabeza hacia su mesa, lo encuentro mirándome, yo solo me levanto comiendo  así falte más de 20 minutos

Le dirijo una última mirada y espero que entienda el mensaje solo quiero que me siga...

Salgo de allí y me apoyó en la pared de ladrillo de espaldas a la puerta, mirando la cancha de fútbol. Suspiro cuando pasa un poco de tiempo y ya doy por hecho de que no entendió mi mensaje, cuando estoy apunto de darme la vuelta para volver siento su pecho en mi espalda, me relajo y me apoyo contra él, sus manos me rodean y acaricio sus brazos desnudos ya que tiene arremangada la sudadera.

—¿Estas bien?—susurra me acurruco más contra su pecho

—Solo quería un abrazo—susurro y él me aprieta más contras si.

Es irónico que odiará el contacto físico pero que el tuyo me encantara como si fuera una maldita droga.

Estremece todo mi interior y me siento en casa, cierro los ojos disfrutando estas extrañas y placenteras sensaciones que no entiendo pero a las que me he vuelto adicta, a él y lo que me produce.

—Solo necesitaba un abrazo...—.repito en un susurro—Lo siento, estaba enfadada sin razón... es culpa de mi hermano y tú también pagaste los platos rotos. No quiero que estemos mal, no después del hermoso momento que tuvimos antes de la pelea.—

—Da igual, H, soportaría todos tus cambios de humor sin pensármelo dos veces. Es tu hermano y, obviamente, hablarle como le hable te hizo enfadar un poco y no pido disculpas por eso porque no me arrepiento de decírselo—

—¿Me observaste durándote medio año?—pregunto al recordar lo que dijo anoche a mi hermano.

—¿En serio es lo único que te acuerdas?—

—Me acuerdo de todo pero quiero que respondas, Bluey, ¿medio año? Joder eres un acosador—

—Siempre me sentaba en las ultimas sillas en la otra esquina contraria a la tuya. Me llamabas mucho la atención, Hilary, eras distinta, eras solitaria y me gusta todo de ti.—

—Medio año y hasta esa maldita fiesta no fuiste capaz de hablarme—no suena tanto a pregunta, parece más una afirmación.

—No quería que pensaras que era un canalla que se acercaba a ti por que si, jamas hubieses hablado conmigo.—

Y tiene razón. Y odio que la tenga por que significa que me conoce mejor que yo misma.

—Me conoces bastante ¿verdad?—

—Cuando te pasas mirando a la misma persona durante medio año todos los días aprendes a entenderla, conoces algunas de sus manías, empiezas a conocer que le gusta y que no.—

—¿Por que no me di cuenta si tú a mi me gustabas desde que te vi?—pregunto—Y también te observe mucho, y aunque no lo creas te conozco un poquito—

APOSTAR A LA SUERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora