Ame, amaste, amamos...

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Se que estoy castigada y mis hermanos también lo saben, han escuchado toda la discusión de hace unas horas, mis papás no me han dirigido la palabra todavía pero sé que están pensando en lo que les dije, tengo razón y ellos lo saben.

Me termino de alistar poniéndome la chaqueta.

Shel y Owi entran a mi habitación a hurtadillas cerrando tras ellos. Les sonrió y abro la ventana invitándolos a salir primeros, cuando ya están fuera me dispongo a salir yo .

Hay dos carros esperándonos, como Conor dijo conduce el carro de Jean y en frente está en carro de Quil.

La silla de copiloto está libre en el carro de Conor así que voy allí y me subo, los chicos me saludan y mis hermanos los veo meterse en el carro de adelante.

—¿Discusión muy fuerte?—pregunta Weil asomando la cabeza entre los asientos. Miro a Conor y se disculpa con la mirada y una sonrisa tímida encogiéndose de hombros, no me importa realmente que les haya contado.

—Saben que tengo razón. En todo lo que les dije, tengo razón y lo saben pero ya saben como se compartan cuando alguien más joven, exclusivamente cuando es su hijo y llevan la razón. —les cuento y sonrió cuando Jean empuja hacia atrás a Weil para tomar el lugar entre los asientos y asomar su cabeza para mirarme. Conor rueda los ojos divertido.

—Si se supone que estas castigada ¿por que estás aquí y Conor me prohibió subirme en el asiento donde estás tú y eso que es MI carro?—

—A ver, primero: sigo estando castigada pero cuanto más te prohíban más te va a llamar la tensión lo prohibido. Segundo: Conor me quiere a mi y no a ti por eso tengo el derecho del copiloto, a demás soy más guay y linda que tú—él abre la boca indignado.

—Eso es por que tú tienes tetas y yo no. Si tuviera hace rato hubiese enamorado yo a Conor.—se defiende

—Tetas y lo otro, bro, lo otro—le ayuda Quil, Conor rueda los ojos divertido, yo sonrió.

Escuchamos música conectada desde el celular de Jean, obviamente pro que el carro es de Jean. Y al llegar bajamos todos al tiempo, sin avisar Conor enlaza sus dedos con los míos y así entramos a l fiesta.

Cuando en empujan agarro a Conor más fuerte para no perderme entre la cantidad de gente que viene a una fiesta que seguramente no saben ni de quien es.

Intento coger aire pero me parece asquerosos  el ambiente, huele a sudor y a tabaco, dos olores que detesto. Intento acostumbrarme al olor y cuando lo consigo ya hemos llegado a la cocina, los chicos pasan por mi lado directo a al barril gigante de cerveza, Conor los sigue y yo en cambio me hago una mezcla de Ginebra y Martini en un vaso rojo limpio.

Le doy un trago y cuando busco a los chicos con la mirada todos han desaparecido. Inclusive veo como la chaqueta que se muy bien que lleva Shel desaparece doblando una esquina, Owen se perdió con una morena al entrar y yo me quede sirviendo una mezcla rápida y todos desparecieron.

Suspiro pesadamente, odio la fiestas y más si no tengo con quien estar. Me abro paso hasta llegar a las cristaleras que separan el salón del gran patio parecido al de Conor solo que más pequeño y menos guay.

La luz de la luna refleja en el agua azul de la piscina, y me tienta a ir, demasiado pero hay dos chicas echándose mano y no quiero arruinarles el rollo así que me quedo en esa esquina apoyada con mi vaso en la mano y mi cara de desagrado por el olor a humo de tabaco y todo.

¿Donde se habrá metido?

Y mentiría si no dijera que me estoy cabreando con todos y cada uno de los que vino conmigo a esta fiesta. A ver entiendo que se quieren divertir y todo pero ¿dejar botada a una de tu grupo.?

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