Esto no puede estar pasando.

9 2 1
                                    

35
Cap cargadito y +18. ¡Disfruten!

Han pasado dos semanas perfectas desde que Conor y yo viajamos por carretera solos.

Todo ha sido perfecto: las clases, mis hermanos y mi relación con Conor.

No he parado de sonreír, no he parado de ser feliz... y eso me asusta, por que después de todo lo lindo hay algo tormentoso.

Pero mis pensamientos pesimistas desaparecen cuando me rodean la cintura desde atrás, su olor me envuelve y dejo de caminar, hunde su cara en mi cuello y mordisquea su parte favorita. Me recargo sobre él y entrelazo nuestras manos en mi barriga.

—Hola, Bluey.—saludó con una sonrisa y los ojos cerrados.

—Hola, Preciosa, vine a recogerte para ir a un lindo restaurante de hamburguesas. Tengo una noticia para ti.—antes de que pueda responder deja un beso en mi mejilla y empieza a arrastrarme cogida de la muñeca hasta su moto.

—¿Noticia? ¿Buena o mala?—prehunto mientras me coloco el casco y me pongo tras él.

—Te encantara—es lo único que dice para arrancar, disfruto el viaje mientras su manía caricia mi rodilla de vez en cuando. Empiezo a reconocer el camino y se exactamente donde me lleva Carl's Jr. Mi restaurante favorito de hamburguesas.

—Joder como conoces mis puntos débiles—le digo cuando aparcas y nos bajamos con los cascos en mano u entramos.

Conor se encarga de la comida y me manda a escoger mesa, obediente escojo uno que da a la autopista ya que queda a las afueras de la ciudad.

Cuando viene le sonrió pero enseguida cambio mi actitud y me cruzo de brazos cuando el se sienta frente a mi.

—¿Que?—pregunta

—No nos saludamos como debe ser, y encima te haces lejos de mi—me quejo y él se ríe divertido para ponerse a mi lado, lo cojo por la camisa y estampó mis labios en los suyos, nuestras lenguas juguetean y su mano se mete entre mis muslos separándolos pero  alguien se aclara la garganta y me apartó, el mesero esta rojo y siento que le acabo de ganar por que estoy segura de que estoy mas rojo que él. Deja la comida y se va rápidamente, me encojo en mi asiento y Conor se burla.

—Oh vamos, yo creo que ha sido lo más caliente que ha visto ese chaval—comenta sonriente mintiéndose una papa a la boca, le doy un manotazo y me dispongo a comer mi comida.

—Bueno y ¿Entonces?—preguntó cuando ya vamos por la mitad.

—Bueno...—se remueve en el asiento y deja la comida en la bandeja, me sonríe un poco nervioso y gira su cuerpo más hacia mi.

—¿Que paso?— preguntó mientras el burbujeo en mi estómago de hace presente por los nervios y ansiedad.

—Se que parecerá precipitado y loco peor quiero hacerlo... no pensarás que te esté atando a mi ni nada solo que me gustaría y me encantaría que a ti también aunque no se normal ni nada de eso y...—divaga y lo callo poniendo mis labios en los suyos.

—Tranquilo, solo suéltalo, sin anestesia.—le animo mientras acaricio su pircing con mi dedo.

—¿Quieres venir a vivir conmigo?—lo suelta y mis ojos se abren al igual que mi boca.

—Pero...— no me deja terminar cuando me interrumpe.

—Da igual no contestes ya se que no quieres, fue una tontería lo siento.—empieza a decir cada vez más decaído y jugando con las papas sobrantes.

—¿Que dices? ¡Claro que quiero vivir contigo! ¿Pero en donde? Es decir, que literalmente vivo contigo y tus compañeros de piso, creí que ya lo hacíamos—le interrumpo y su mirada me mira ilusionada.

APOSTAR A LA SUERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora