Las noches.

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Odio las noches, las detesto, pero por ambas partes también las amo. Las odio porque es la hora donde mis pensamientos me atacan y me hacen recordar momentos estupidos que me hacen morirme de vergüenza o me recuerdan todo lo malo que hay en mi... y las amo por que es ese momento en el que puedes llorar, en el que puedes pensar en el por que te sientes así sin razón, es el momento en el que estás contigo mismo, a solas y te puedes escuchar.

Me paso la mano por la cara limpiando las pocas lagrimas que me hacen sentir estupida, la oscuridad me envuelve y se que no hay nadie despierto en casa, me siento en la cama e intento respirar con normalidad, odio esos pensamientos que dicen y recalcan todo lo malo, los que me hacen odiarme y los que me hacen hablar tan mal de mi misma.

"Eres patética, lloras ¿porque? Solo eres estupida por que no eres normal, no tienes amigos, nadie te habla por que te tienen asco..."
Cállate, cállate.

Intento silenciar esos pensamientos, mis lagrimas han cesado pero cuando lo hacen siempre viene otro de eso pensamientos que me hace quebrarme instantáneamente.

"Tranquila, habrá alguien que algún día te querrá por tal y como eres, que serás esa protagonista de esos libros de romance, allá afuera hablará alguien que sabrá apreciar lo que eres."

Esa voz que yo misma me digo, solo para ver si al menos eso me puede ayudar a que la noche sea más pasajera y poder por fin dormir.

"¿Apreciar lo basura que es?"
Cállate, cállate.

Cojo mi teléfono de la mesa y lo abro en la aplicación de wattpad para abrir el libro que estoy leyendo, me adentro en él y mis pensamientos se esfuman, mi respiración se calma y mi mente está metida en la trama del libro.

Nunca me había dado cuenta que los libros eran mi lugar seguro hasta que una noche, como hoy, decidí que para callar las voces mirar el teléfono y me di cuenta que al empezar a leer todo eso se había ido, que ya se esfumaron y solo quedaba el libro y yo, no estaban mis pensamientos malos, mi voz autodestructiva que yo misma creé un día sin darme cuenta.

Así que leo, leo y leo hasta que mis ojos se cierran un poco, cierro la aplicación y no tardo en sucumbir al sueño agradeciendo el silencio en mi mente.

*************************

La alarma de mi hermano suena hasta aquí, molestando mi sueño. Gruño y me encojo más sobre las mantas, escucho como la apaga y se mete al baño, un poco más tranquila dejo de apretar los ojos y vuelvo a dormir, al menos un poco más antes de que salga él y me toque a mi.

Escucho el sonido de la ducha y se que aún se está duchando así que me acomodo un poco mejor en la cama y duermo un poco más hasta que la puerta del baño se abre y yo abro los ojos de golpe.

No, mi peor pesadilla.

Mi hermano pasa junto a mi puerta con una sola toalla en la cintura mostrando su perfecto y marcado abdomen masculino, con su nudillo toca mi puerta.

—Que ya voy—gruño con un grado más de molestia que siempre.

Me levanto de mala gana y cojo la toalla para meterme al baño, evito mirar mi reflejo en el gran espejo y me meto a duchar.

"Eres idiota, disque evitando mirar su propio reflejo, no tienes nada deja de ser tan dramática, hay gente que si tiene problemas, tú solo quieres atención y armar un drama."

Ignoro la voz pesimista y me voy a mi habitación para vestirme.

Otro día más... Mmm... a ver ¿que me pongo? ¿Jean ajustado con la chaqueta que me queda grande? Me gusta, si me lo imagino queda bonito.

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