¿Guerra?

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La clase estalla en carcajadas, un par de mías por mirar. Todos se juntan en grupos y hablan animadamente mientras yo solo me quedo en mi sitio mirando como la gente ríe y habla con su grupo.

"Si tan solo fueras como el resto...si solo socializaras, fueras como las demás..."
"Eres patética, mira a todos sonriendo con sus amigos y tú aquí en una esquina de clase sola, patética"

Dejo de escuchar mi voz de mierda cuando un papel cae en mi mesa. Miro fulminante hacia el lugar de donde vino, me encuentro con la mirada verde de Conor y una sonrisa ladina.

Lo miro fulminante y le devuelvo la bola de papel con más fuerza justo a la cabeza, pero la esquiva y sonríe. La recoge de nuevo y me la tira, me va a dar directo en la cara pero la cojo con una mano y se le vuelvo a lanzar, me lanza dos bolas de papel y empieza la guerra.

—¡Ja! 100 puntos—digo victoriosa con una enorme sonrisa, él esboza una tierna de lado lo que despierta aún más las mariposas.

—20 puntos—dice él cuando la bola de papel impacta contra mí Hombro, lo miro mal y lo ataco con todas mis fuerzas, la bola de papel se estrella en la mitad de su frente, su cara es perpleja y estalló en carcajadas ganándome un par de miradas.

"Ríes muy escandalosa"
"¿No sabes reír normal?"

Paro de reír abruptamente y dejó de mirar a Conor que enarca una ceja, apartó la mirada y me coloco bien en mi sitio.

"Ahora si que eres más que rara"

Que no pregunte... que no se acerque... que vergüenza... mierda, me cago en la puta...

—Dejadme en paz.—escucho que dice Conor pero no se acerca y lo agradezco.—Odio a la gente.—gruñe pero lo escucho y la comisura de mi labio se levanta.

Miro por la ventana y siento un repentino vacío, siento que me hundo en no sé dónde. Levanto la vista hacia las aves y suelto el aire, veo como sus alas se mueven y por un momento pienso en cómo me gustaría ser una de ellas, donde las aves andan de dos en dos y nunca están solas, su única preocupación es volar de un lado a otro y disfrutar el viento pasando por sus plumas.

Volar. Tú me hiciste volar, estuvimos volando, donde solo estábamos los dos, donde disfrutábamos el viento, nuestra compañía y las sonrisas, volamos hasta que mi caída fue inevitable y tú cuando yo caí, sin más, seguiste volando sin mi.

No se por que pero siempre me han obsesionado todos los seres con alas, volar, la capacidad que tienen para volar, me pregunto si volar es como sentir la verdadera libertad.

El timbre suena y bufo al recordar que hay reunión en la sala de usos múltiples con la directora y los otros grados. Guardo todo rápidamente y me apresuro a seguir a mi clase, una chica se me acerca y le sonrió.

—¿Que se supone que vamos a hacer?—pregunta

—No lo se.—me encojo de hombros

—¿Que hora es?—pregunta

—No lo se—repito y ella se aleja de mi, me quedo sola siguiendo a la clase hasta entrar a la gran sala de usos múltiples, me hago en una esquina lejos de mi clase pero en seguida me siento incómoda cuando a mi lado se ponen personas de grados menores, me acerco un poco más hacia donde está mi clase y me apoyó en la pared junto a uno de mis compañeros que apuesto no ha notado mi presencia.

Es raro, mi clase no me cae ni bien ni mal, generalmente siento que yo les caigo mal a ellos aunque algunas personas son buena gente conmigo hay otras que parece que les soy invisible, pero me he acostumbrado tanto a su ignorancia y al ambiente de clase, donde yo solo observo y no me incluyen se ha vuelto consumiré y cuando me alejo y pueden notar mi presencia me siento incómoda. La invisibilidad me hace sentir segura, que no me noten me hace sentir tranquila por que así no me notan, no se burlan aunque eso, en cierta parte, es mentira.

APOSTAR A LA SUERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora