Lista de deseos.

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Debería dejar de llorar, salir de aquí con mi mejor sonrisa y mostrarle mi mejor parte, tengo que salir de aquí e ir con ese chico que me vuelve loca para hacerlo feliz y hacerlo pasar las mejores horas de su jodida vida.

Me miro al espejo y paso mis manos por debajo de mis ojos para secarlos, me lavo una vez más la cara y me arreglo el pelo. Tomo el pomo de la puerta del baño y doy un suspiro, cierro los ojos y me doy fuerzas internamente.

Tú puedes, hazlo por él. Solo por él.

Cuando salgo me espera en la camilla mirando la ventana, cuando se percata de mi presencia me mira y le regalo mi mejor sonrisa.

Esto va a doler mucho. Demasiado. Pero ahora no puedo pensar en eso, ahora no.

—Vamos a cumplir tu lista de "cosas que hacer antes de irme"— le tiendo la mano y el la coge, ambos sabemos perfectamente que cambie el nombre de su lista pero lo pasamos por alto.

Cogemos su mochila y la bolsa llena de las cosas que le trajimos todos. Los chicos ya estuvieron aquí y estuvieron con él un rato mientras yo me iba a dar una vuelta por el hospital traje la moto de Conor y luego me encerré en el baño hasta que se fueron.

Nos encontramos con mi hermano abajo por lo que le pido que lleve las cosas, le doy un beso y cojo la mano de Conor que me mira confuso.

—Oye se nos está yendo nuestro vehículo—bromea pero ruedo los ojos, lo arrastro y el me sigue hasta que doblamos la esquina y dejo que las llaves de su moto cuelguen en mi dedo, en abre la boca y me mira como si fuera la mejor. —Por eso mismo eres el amor de mi vida, H— coje las llaves me deja un beso en la frente y corre a su moto, yo sonrió divertida cuando la acaricia con cuidado.

—Los cascos están por aquí...— busco los cascos tras unas cajas de basura ya que mi hermano es paranoico y me dijo que los escondiera ahí para que no se los robaran. Cuando los encuentro le doy el suyo y me pongo el mío.—¿Listo? Por que yo quiero ir a la feria de la playa— le pido y el hace rugir el motor, ambos nos deleitamos con el sonido antes de arrancar.

Me abrazo de su cintura y me pego a él todo lo que puedo mientras agarra velocidad. Y obligó a mi mente y cuerpo solo sentirlo a él y el viento cuando adelantamos carros y esquivamos cosas.

Pero mi mente no me obedece y empiezan las voces autodestructivas a hablar, mi mente recrea escenas malas y crea otras. Me ahoga con pensamientos.

Siento que no puedo respirar, como si mi pecho fuera a explotar en cualquier momento, en mi garganta hay un nudo que no me deja pasar saliva. Me estoy asfixiando... Dios mío, no puedo respirar.

Doy toques en el hombro de Cono y no se como me entiende y empieza a orillarse, cuando para completamente me bajo de un salto y me quito el casco cuando por fin me libero empiezo a caminar de un lado a otro intentando respirar.

—Haz que paren, Conor, haz que paren.—jadeo entre sollozos cuando una imagen del cuerpo sin vida de Conor me atormenta.

—Estoy aquí, cariño, estoy Justo en frente de ti. Solo necesito que me mires, preciosa, mírame— coge mi cara entre sus manos y me obliga a mirarlo, cuando lo hago sus ojos verdes me atrapan y me empiezo a relajar, pero no lo suficiente así que Conor acerca su boca a la mía y me obliga a besarlo hasta que sin darme cuenta soy yo la que lo devora a él. Nos separamos en busca de aire y apoyo mi gente en la suya.

—Lo siento—me disculpo mientras el pulgar de Cono limpia mis lagrimas.

—No te disculpes ¿vale? Estoy aquí.— me promete y es como una puñalada más en mi corazón.

APOSTAR A LA SUERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora