sᴇᴀsᴏɴ 4 ᴇᴘɪsᴏᴅᴇ 4

1.3K 106 13
                                    

                      ʜᴀʏʟᴇʏ

—Sorpresa mi amor— apenas escuché su acento, sonreí —volví, bueno, no volví, iba en camino y regresé.

—Me gustaría pensar que fue por mí, pero algo me dice que no es así.

—En parte, lo es, gracias por avisarme lo de Tyler.

—¿Viste mi mensaje?

—Claro, solo necesitaba una excusa para volver y así quedarme aquí contigo, este pueblo está maldito para los que nacieron aquí, nunca pueden salir, así que no me queda más remedio que estar contigo, chica mistyc falls. 

—¿Dónde estás?

—En casa de Tyler puedes venir, necesito verte para alegrar mi día, Tyler y sus cuestionamientos me ponen de mal humor. 

—Voy en camino— colgué.

—Leah ¿qué haces aquí?— dijo el híbrido novio de mi amiga.

—Vine de visita— sonreí y él me miró extrañado —¿puedo pasar?

—Claro, si en realidad viniste a buscar a Caroline no está.

—En realidad no, me enteré de que tu señor está aquí— dije sarcástica remarcando el señor.

—Oh, si es más molesto que de costumbre— sonrió.

—Él siempre es molesto.

—Podrías dejar de hablar mal de mí— me giré para verlo, ahí estaba y por alguna razón se veía más atractivo de lo normal, no sabía si eso era posible. 

—Bien, señor gruñón— le guiñé un ojo a Tyler —nos vemos— le hice una seña de despedida y fui con Klaus al despacho de la alcaldesa. 

—Así que llegas a tomar el poder— bromee. 

—Porque no— sonrió —en solo unas horas te extrañe de una manera que no es normal— dijo acomodando un mechón de mi cabello detrás de mi oreja. 

—Sí, pues yo apenas y me acordé de ti— bromee. 

—Oh, qué engreída— reímos —sé que me extrañaste lo demasiado para avisarme que aunque fueras a nueva York me alcanzarían en Chicago. 

—También escuchaste eso— sonreí apenada.

—Sip— asintió —bien no aguanto— me beso y yo correspondí en segundos.

—Lo admito, te extrañé— dije entre el beso y reímos. 

Estaba con klaus en la oficina de la casa Lockwood mientras yo bebía una bolsa de sangre, él sonreía mientras dibujaba algo con un lápiz. 

—¿Ahora qué dibujas?

—No te puedo decir.

—¿Es otro retrato de mí?

—Eres demasiado vanidosa mi amor y eso me encanta. 

—Un poco si— sonreí. 

—Dibujo un edificio en Chicago, solo hago el dibujo a lápiz y después lo haré con pintura, es solo para darme una idea.

—Definitivamente llevaré más bolsas de sangre en mi maletero— dije, al acabarme la bolsa, le di un beso en la mejilla —voy por el alcohol, buen alcohol, donde sea que esté.

Entre a un cuarto y escuché como klaus salía del despacho, pero me dio igual porque vi a una chica de cabello castaño un poco oscuro viendo una foto.

—Y tú eres?— dije mirándola mal, pues pensé que sería invitada de Klaus y eso no me ponía de buen humor.

—Si no me eres familiar— dijo Klaus llegando a mi lado, el punto bueno era que no la había traído él. 

INSATIABLE DEMON/Klaus Mikaelson/TVD¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora