Ser mejor amiga de Damon Salvatore, no siempre es lo que esperas...
Que puede pasar con la llegada de él híbrido original junto a toda su familia, los mikaelson, los primeros vampiros del mundo.
Alguien sin piedad, con la intención de hacer daño a t...
Era de noche aún, Damon no se había molestado en ir a dormir, apena pisamos la casa, pero yo quería saludar a stefan y por suerte me lo encontré en la sala bebiendo bourbon como un buen salvatore.
—¿Cómo fue tu día de comida humana en whitmore?— dijo el menor de los salvatore.
—De maravilla— sonreí mientras servía bourbon —y eso— señale un boleto de ida a Italia.
—Klaus está ahí, me lo dio y dijo que si querías ir, y me entrego el boleto.
—No entiendo¿se fue a vivir a Italia?
—No, fue a buscar una cosa, que él te explique.
—Bien, pues lo pensaré— le di un trago al whisky —¿qué te pasa?— dije al notarlo extraño.
—Nada es que solo me confunde que estés tan cercana a Klaus.
—Me agrada.
—Yo sé que te agrada, pero lo que tienen ustedes no es amistad.
—Me gustaría desmentir eso, pero sería una completa mentirosa.
—¿Él te gusta?
—Demasiado para mi mala suerte— confesé.
Con Damon no podía hablar demasiado de mis sentimientos hacia klaus sin que hiciera sus expresiones de desaprobación o me juzgará libremente, no lo culpaba, odiaba a los originales, al igual que mis otros amigos, a los cuales tampoco les diría nada sobre klaus, pues me odiarían a mí, pero Stefan él nunca me juzgaba y eso se lo agradecía, amaba hablar con él y no sentirme en un juicio, además que sabía que él tenía aprecio hacia dos originales en especial.
—Y que harás con eso.
—No lo sé, tengo miedo que me lastime Stefan, que me decepcione, es Klaus es impulsivo, impaciente y paranoico y está completamente desquiciado y ni con eso me hace alejarme, al contrario, me gusta más, digo talvez yo esté más loca que él por amar su manera de ser, quizá por eso somos el uno para el otro, no sé si quiero ser así de destructora Stefan, pero no me puedo alejar de él y ahora pienso en empacar e irme a Italia junto a él.
—Entonces ve a Italia, vive tu amor épico Leah, porque no, mira Klaus me agrada Para ti, a pesar de todo lo que ha hecho, algo me dice que tú podrías hacerlo cambiar.
—¿Y si él me cambia a mi?
—Ambos lo harán, solo cuida que sea de forma correcta, ahora toma ese boleto, alista tus cosas y en la mañana tomas ese avión.
—Gracias— dije sincera.
—No hay de que— nos dimos un corto abrazo —Bueno, iré a dormir— dijo para subir las escaleras.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
