Ser mejor amiga de Damon Salvatore, no siempre es lo que esperas...
Que puede pasar con la llegada de él híbrido original junto a toda su familia, los mikaelson, los primeros vampiros del mundo.
Alguien sin piedad, con la intención de hacer daño a t...
Había dormido en casa de Klaus, ya que no quise dormir sola, después de lo que ocurrió con la hoja. Él llegó unas horas después y solo se acostó y me abrazo a él, y yo no me opuse en absoluto. Apenas amaneció, yo me encargué del almuerzo estilo salvatore.
—¿Y Rebekah?
—Ahh mi hermanita menor, es una rubia algo malhumorada, tiene...
—Donde está Nik— lo corté y Rodé los ojos.
—Tuvimos una pelea y ella ahora vive en una casa, no está muy lejos de aquí, mi amor te puedo dar la dirección después si quieres.
—¿Y por qué no me ha hablado en días o me la he cruzado?— ignore lo último
—No sé, quizá no han coincidido— sonrió lo más inocente posible y le dio un trago a la champagne.
—No, no es así, ¿qué paso con Rebekah nik? Se sinceró.
—¡Lo de la casa y la pelea es verdad! Solo me faltó añadir, es que estuvo unos días tomando una linda siesta con una daga en su pecho, nada grave— sonrió y metió un bocado a su boca.
—¡Otra vez! Tu familia se terminará hartando de tu rutina de clavarles dagas nik.
—Vamos, mi amor es divertido.
—¿Y Elijah? Dime qué no lo tienes en un ataúd, con una daga clavada.
—No, por ahora no— sonrió —él no da la cara simplemente.
—Kol?
—No lo sé, molestando como siempre, ¿podríamos acabar con el interrogatorio, mi amor y continuar con el almuerzo?
—Si— suspiré —desde ahora me cuentas todo oíste— lo señale.
—Si reina.
—¿Reina?
—Si serás la reina de un imperio, estoy seguro, te debes acostumbrar a que te llamen así— sonreí.
—Antes me llamaban princesa de mystic falls— no pude evitar recordarlo.
—Y eso?
—Damon— sonreí —le hizo quedar claro a barios el no herirme, ya que era la reina del pueblo, que si alguien me hacía algo lo pagaría con su vida, así que cuando unas chicas me molestaron llamándome huérfana damon lo descubrió y las hipnotizo para que me sirvieran en todo, como una princesa y sus sirvientes, al final me harte de eso y le pedí que las dejara como estaban tardo bastante, pero si acepto, solo con la condición de que me dejaran en paz y lo hicieron, obvio con la compulsión.
—Eso suena poético— sonrió —tendré que hacer lo mismo en cada lugar al que vayamos, solo que esta vez serás reina...
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