Ser mejor amiga de Damon Salvatore, no siempre es lo que esperas...
Que puede pasar con la llegada de él híbrido original junto a toda su familia, los mikaelson, los primeros vampiros del mundo.
Alguien sin piedad, con la intención de hacer daño a t...
—¿Cómo que no vas a venir? Te recuerdo que Caroline es una controladora compulsiva y querrá matarme por no obligarte a venir, además tu familia es fundadora, por definición tienes que venir.
—Elena y yo terminamos, por definición, no tengo que hacer nada— dijo Stefan al otro lado de la línea telefónica, sonaba agitado, probablemente estaría haciendo ejercicio.
—Eso te sonó tan depresivo a ti también— señalé mi celular a Caroline para que se pusiera atenta a la conversación.
—No estoy deprimido, solo quiero encontrar una arteria y beber hasta que no pueda respirar.
—No lo harás— Caroline me había quitado el teléfono y ahora ella hablaba —como tu madrina no voy a dejar que eso pase, ahora trata de sublimar.
—Dijo que siente algo por Damon— en cuanto escuché eso, el centro de mesa se resbaló de mis manos, por suerte lo logré atrapar.
—¿Qué? Eso no es posible, Stefan es Damon...
Y se había alejado con mi celular teniendo una conversación la cual yo debería estar teniendo, suspiré agotada. Tenía toda la mañana ayudando a Caroline a organizar el evento de la señorita mistyc falls, gracias a que ella era la actual señorita mistyc falls estaba en su etapa más controladora posible, quería todo perfecto, así que me convenció de ayudarla a qué todo estuviera bien, desde los manteles, hasta el maquillaje de las chicas.
Seguí a Caroline y me encontré con Elena llegando y dirigiéndose también a la rubia, aproveche su distracción y le quite mi celular.
—Me dejas hablar con mi amigo, gracias hola— saludé a Elena y las dejé solas —Dime que no te comerás a nadie hoy.
—Tranquila estaré bien.
—Eso espero y Stefan no te deprimas, ya sabes, cada cien años aparecerá una doble de Elena.
—Ja-ja-ja— dijo con sarcasmo.
—Te quiero y no te cortes las venas, bye.
—Adiós— supe qué había sonreído, así que hice lo mismo, había logrado mi objetivo.
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—¡Alto ahí! Esas flores van allá atrás, como decía el diagrama de flores que tuvieron tiempo de memorizar— le dije a tres chicas que llevaban las flores al lugar incorrecto —no es justo que yo lo haya leído más de trece veces— suspiré irritada —si bueno ya váyanse gracias.
—Ahora como supe que tu amiga te pondría al mando del barco.
—Aléjate, estoy ocupada— estaba molesta con él por la pequeña discusión en la cual él solo dijo que rompería mi cuello.
—Me preguntaba a qué hora vendría por ti, mañana ya sabes una cita como novios.
