♥Amorometro♥ [BraArg]

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Que hermoso día para caminar por las hermosas calles de una ciudad, el argentino se encontraba pensativo, pesando de que manera iba a enamorar a el brasileño que lo tenía loco de amor como nunca nadie podía haberlo hecho, tenía algo el brasileño que lo hacía que todos los días se enamorara de el.

El argentino, caminaba a la ves que pensaba el porque el brasileño era tan imbécil y pensaba que el le gustaba el mexicano, aunque tampoco era tan tonto, el brasileño estaba preguntando que si le gustaba.

Camino por un gran rato, hasta que se canso, para descansar el argentino pensó que lo mejor sería ir al parque un rato al caminar.

     

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El brasileño, al igual que el bicolor con un sol en medio caminaba por la ciudad, ya que se encontraba muy aburrido en su casa y ese día no se realizaba su entrenamiento de fútbol, así que decidió caminar, camino y camino, y no encontraba que hacer, fue al centro comercial, al cine pero no encontró nada que ver, ya estaba apunto de irse de nuevo a su casa, cuando vio con la vista al argentino, claramente el brasileño fue tras el hijo de España.

Argentina no se dió cuenta que el de habla portuguesa  lo estaba persiguiendo, pero sintió que estaba siendo perseguido y empezó a caminar un poco más rápido.

— Argentina! No corras! Por qué lo haces?!!—decía el brasileño extrañado, porque el argentino huía de el?  No quería hablar con el o porque no lo soportaba.

El que era “persiguiendo” paro al momento de escuchar la voz del tricolor, volteo y lo miro con una sonrisa.

— Perdón, pensé que alguien me iba a secuestrar porque soy divino y algún millonario mando a secuestrarme—exclamo el argentino diciendo la verdad, el brasileño dió una carcajada por el comentario del otro.

— Lo siento por averte asustado así, solo quería hablar contigo, por un momento pensé que me estabas evitando—el brasileño se rasco la nuca un poco nervioso.

— Bueno aquí me tienes, ¿De que devras hablar?

— Lo que sea, pero quiero dejar de estar aburrido y tú eres muy buena compañía, eres un buen amigo—amigo, el argentino sintió con su corazón se apachurraba, odio la palabra amigo con todo su corazón.

— Eh..si tu amigo, quieres ir al centro comercial?

— Estaba bien, ya fui ahí, pero a lo mejor contigo encuentro algo divertido que hacer—el brasileño le dió una sonrisa que para el argentino fue la más hermosa que vio en su vida, claramente el bicolor no pudo evitar sonrojarse.

— Acaso estás sonrojado?~ No te puedes resistir a mi hermosa sonrisa?

— Cállate, ya quisieras es solo que tengo calor

— Pero si hace frío, estamos a 7grados, hace mucho frío!—exclamó el brasileño harto de lo que el argentino decía.

— Yo estoy acostumbrado a temperaturas más bajas—dijo el de menor estatura.

— Me estás diciendo que en mi país no hace tanto frio? Pues sabes que, tienes razón.

— Bueno, vamos al centro comercial, ya me aburrí de estar peleando contigo—el argentino comenzó a caminar después de las palabras dichas.

— Oye~ de verdad que no te gusto? Se nota que te gustó!—el brasileño empezó a molestar al argentino de nuevo, pero solo como juego, el claro que sabe que el argentino no siente nada hacía el, ya que el está enamorado de México, solo que por una extraña razón le gusta ver la cara de nervios y el sonrojo de Argentina, a veces piensa que el argentino si está enamorado de el.

— Ya te dije! Que yo no estoy enamorado de ti! —mentiroso Argentina, eres un gran mentiroso— Así que ya deja de joder con eso.

— Esa boquita Arge

— Callaté

— Hay veces que creo que me odias.

Después de un largo tiempo de "amigos" el argentino y el brasileño ya estaban listos para irse a sus respectivos hogares pero la temperatura había bajado más, llegando a los  -0° ahora que si los dos estaban temblando del frío.

— No-no que no tenías frío Argentina? —el de mayor estatura cubrió el cuerpo del argentino con sus brazos— ya se que no te puede dar el calor ne-necesario— el frío no dejaba que el brasileño hablara bien— pero al menos hace que el frío disminuye un poco...no?—oh claro Brasil, el argentino al sentir los brazos  del tricolor no pudo evitar sonrojarse, pero por el frío sus mejillas ya se veían rojas, y claro que Brasil tenía razón, el calor corporal de Argentina disminuyo.

— Cla-claro Brasil! Ya no siento tanto frío.

— Yo tampoco siento tanto frío, hay que caminar a mi casa, está más cerca, así no tardas mucho a llegar a casa y no pasas frío.

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Otro capítulo terminado!
👌☺️

Les gustó? Porque a mí si.

BYE🍁