Volumen XVIII

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[ ¿Sabía que Karma Akabane adora los tulipanes blancos y los picnics? ]

A unos pocos metros de distancia, ligeramente escondida detrás de un árbol y en el único lugar que parecía estar libre de la espesa nieve, se encontraba una manta color rosa pálido con un florero de tulipanes encima y una canasta de picnic al lado.

El pelirrojo devolvió su mirada al contrario, mostrando una expresión entre confundida y emocionada.

—Alguien me dijo que te gustaban los picnics —explicó—. Y espero que haya sido cierto porque esa información no fue barata.

—¡Me encanta! —gritó emocionado y luego se giró para ver al peli naranja con una mirada acusatoria—. Pero si le dices a alguien, te corto la lengua —amenazó, y dos segundos después ya estaba corriendo hacia la manta con una sonrisa de oreja a oreja.

Gakushū se quedó quieto un momento, solo admirando la actitud aniñada y completamente despreocupada de su pareja. Vio cómo Akabane se apresuró a abrir la canasta de comida y cómo sus ojos brillaron cuando se dio cuenta de que, además de los alimentos, había alguna que otra leche de fresa. Cuando Karma sonrió y sus caninos asomaron por sus labios, Gakushū sintió una calidez extraña en el pecho y olvidó por completo que se encontraban a 2° Celsius.

Caminó tranquilamente hasta llegar a su pareja y se sentó a su lado. Ignoró los pensamientos nerviosos que cruzaron su cabeza al recordar cada una de las vergonzosas palabras de aliento que Ren le había dado cuando al fin le había contado su plan y se concentró en Karma; después de todo, había descubierto que era lo que mejor sabía hacer.

—¿Tienes hambre?

—Y sed, también —dijo, haciendo que el peli naranja sonriera; sacó una leche de fresa de la canasta y se le dio al contrario, quien la recibió gustoso.

—Vas a morir de diabetes muy pronto si continuas tomando eso, ¿sabías?

—Vale la pena —dijo con la pajilla entre sus dientes—. Si la probaras, lo entenderías. No hay un sabor más delicioso y adictivo que el de la leche de fresa.

—¿Probar esa cosa con más edulcorantes que nada? No, gracias. Traje jugo de naranja para mí —explicó, comenzando a sacar las cosas de la canasta.

—Igual de ácido que tú, Gakūshin~ —se burló.

—¿Gakūshin? —susurró con una sonrisa.

Desde que habían comenzado a salir, Karma no había parado de darle apodo tras apodo. Algunos tenían menos sentido que otros, pero siempre lo hacían sonreír. Sus favoritos hasta el momento eran "naranjita" y "Shū", por supuesto.

—¿Ya no estás castigado? —preguntó mientras encajaba la pajilla en su segunda cajita de leche de fresa para luego darle un sorbo.

—No lo sé. —Se encogió de hombros y Karma alzó una ceja, confundido—. Solo... Salí hoy, ni siquiera pregunté si podía hacerlo.

—¿El director no te vio? ¿Te escapaste? —cuestionó con ambas cejas alzadas—. Gakushū~ Ahora sé por qué tu padre nunca me quiso cerca; soy una mala influencia.

El peli naranja rio. En realidad, sí lo era —tal vez un poco—, pero era extraño que esa "mala influencia" le hiciera más feliz que nada en el mundo.

—No me escapé. —Rodó los ojos. Karma hizo un puchero; extrañamente decepcionado de no ser haber logrado su cometido—. Aunque él no me vio, mi madre sí lo hizo, y dijo... —"Sin globito..."—. Nada. No dijo nada —corrigió. 

—Creí qué también estaba molesta porque te robé tu puesto~ —presumió.

Sí, Asano Gakushū había sido, por segunda vez en el ciclo escolar, superado por Akabane Karma. ¿Estaba molesto? Tal vez un poco, pero no tenía excusa; había estado mil veces más interesado en descifrar cómo demonios iba a decirle a Karma lo que sentía por él de lo que había estado en factorizar ecuaciones como práctica para el parcial.

Su padre, por otro lado, había perdido la cabeza. Aunque no le había golpeado —como había sucedido la primera vez} y que no pensaba decirle al pelirrojo en un futuro cercano—, sí le dió una charla sobre ser fuerte y, claro, lo castigó sin salidas ni aparatos electrónicos (a excepción de su teléfono)... Pero no dijo hasta cuándo. Ese era un vacío legal bastante fácil de aprovechar y eso fue justo lo que Gakushū hizo.

—Estaba molesta porque sabía por qué dejé de lado los estudios.

—Que sería... —inquirió, antes de dar el primer mordisco a su sándwich.

—Te regocijas al sabes que es por ti, ¿cierto? —bufó, intentando sonar cortante; sin embargo, no podía esconder la vergüenza en su voz.

Estaba admitiendo dejar de lado sus estudios por él, admitiendo que le gustaba tanto que había nublado su mente por completo, que lo había distraído de su única obligación y más grande fuente de presunción: su excelencia académica.

—Pero por supuesto que sí~ Tu madre me cae bien, pero no sabes lo mucho que me encanta hacer rabiar al director —rió divertido—. Aunque admito que no verte desde las vacaciones, desde hace dos semanas... —dijo casi sin pensar, con la mirada gacha y fija en la nieve.

—¿Me extrañaste? —alzó una ceja, burlón, y dio una mordida a su comida.

—No tanto como tú a mí, lo sé~ Tus mensajes de buenos días y buenas noches lo dejaron claro, Asano~ ¿Cuándo vas a pedirme matrimonio?

Inevitablemente, el rostro del peli naranja se tornó de un tono rojizo y sus mejillas se calentaron. ¿Quién hubiera dicho que sería un novio tan atento y cursi? Él mismo quería darse una cachetada para despertar.

El tiempo pasó demasiado rápido entre sándwiches, leches de fresa, risas y miradas enamoradas y avergonzadas.

Una notificación en el celular de Asano, que estaba sobre la manta, encendió la pantalla y mostró la hora. Eran ya las 07:30, comenzaba a anochecer... Ya iba a ser hora.

—¿Es tu madre?

—¿Qué? —Lo miró. Karma señaló el teléfono—. No, es... Solo un recordatorio.

—¿Tienes algo que hacer, justo ahora? —alzó una ceja; que su novio terminara su cita temprano por un compromiso no estaba en sus planes.

—De hecho, sí.

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Hola, holaaaaa (ya saben que perder los banners es mi pasión, una disculpa). ¿Cómo están? Extrañé actualizar por acá~

¡Quise subir este capítulo en honor a que CCASCUD llegó a las 5k leídas! Muchas muchas gracias, de verdad, por tomarse el tiempo de leer lo que escribo, de votar y dejar comentarios tan lindos; significa todo para mí <3

Espero que les haya gustado el cap y que haya sido una linda sorpresa~ (Ya solo quedan dos capítulos más, ¿Pueden creerlo?)

Nos leemos mañana en 1.11~

—Les ama mucho, Jenn ❤️

Cómo comenzar a salir con un delincuente [Asakaru]¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora