Volumen XIX

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[ Sólo béselo ]

—¿Ah, sí? —preguntó el pelirrojo, algo temeroso

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—¿Ah, sí? —preguntó el pelirrojo, algo temeroso. ¿Lo iba a dejar ahí, plantado? ¿Acaso Gakushu iba a romper con él? No... no se hubiera molestado en invitarlo a una cita, hacer toda esa cena romántica para solo decirle que era suficiente, que no lo soportaba... ¿cierto?

—Esto no es fácil para mí —admitió, provocando otro retortijón en el estómago del oji cobre.

—Me estás asustando un poco —rió sarcásticamente—. Si vas a terminar conmigo, hazlo ya. —Agregó como una broma con nada de gracia. Si las cosas iban por ese rumbo, prefería que todo terminara rápido; prefería bromear que permitir sentirse triste.

Los ojos de Gakushū se abrieron de par en par; no podía creer que estaba dando una impresión tan pésima, totalmente contraria a lo que intentaba proyectar realmente.

—¿Qué estás diciendo? —Karma se encogió de hombros mientras lo miraba expectante—. Yo... —continuó— no soy muy bueno expresándome.

—Otra cosa que no ha cambiado en nueve años —burló.

—Déjame algo de dignidad, por favor. —Ambos rieron un poco—. El punto es que yo realmente te quiero—. No pasó por alto cómo las mejillas del contrario se sonrojaron ligeramente—. Y no me gustaría que esto avanzara sin que supieras cómo me siento.

—Jamás creí que seríamos una  pareja empalagosa, pero mira, aquí estamos —suspiró.

—¿Pensaste que seríamos pareja alguna vez, siquiera? —Alzó una ceja con curiosidad.

—Eso —Lo señaló— es información confidencial. —Ambos sonrieron—. Pero no creo que sea algo que debamos hablar ahora si tienes algo que hacer. Puedo ayudarte a recoger las cosas para...

El peli naranja cerró los ojos por un segundo y suspiró, deseando internamente no cometer algún error debido a la adrenalina. Así que solo hizo lo que tenía que hacer, con el corazón palpitando en sus oídos y el cuerpo tenso de los nervios.

Se inclinó hacia adelante y besó a Karma Akabane, su novio, por primera vez.

El pelirrojo, quien se encontraba solo recargado sobre sus rodillas, casi se cae de espaldas debido al torpe —y casi brusco— encuentro de labios que en definitiva no se esperaba. Sin embargo, rápidamente se sentó sobre sus talones para no perder el equilibrio y Gakushū hizo lo mismo sin interrumpir el contacto.

A pesar de que ninguno de los dos tenía experiencia, eran una pareja y se amaban, así que eso era lo de menos. Gakushū no podía explicarse cómo había podido esperar tanto tiempo sin sentir aquello; sin sentir toda esa calidez en su pecho que solo Karma le hacía sentir.

El frío había desaparecido por completo, la nieve no existía; solo eran ellos dos allí, en medio de ese parque que, sin saberlo, se convertiría en algo especial para ellos.

El peli naranja llevó sus manos a las mejillas ajenas para poder intensificar el beso, escuchando a Akabane jadear ligeramente en el proceso. Fue entonces cuando confirmó que Karma estaba equivocado. Sí había un sabor más delicioso y adictivo que el de las leches de fresa; el de sus labios.

Era increíble para él sentir tanto amor hacia una persona, tanta necesidad de estar cerca... Algo que definitivamente jamás había sentido en su vida. Nunca había estado enamorado.

Algo frío tocó la nariz del oji cobre, quien se alejó repentinamente, llevando su mano al lugar. Sacudió su cara solo para darse cuenta de que era un copo de nieve.

Ambos miraron hacia arriba con los ojos entrecerrados. El cielo estaba nublado, las esponjosas nubes grises se ceñian sobre la pareja, apenas dejando pasar algunos rayos de sol. La nieve comenzaba a caer lentamente sobre su cabello, sobre la manta y la canasta de comida.

—Te amo.

Karma abrió los ojos de par en par al escuchar la voz de su novio. Cuando cruzaron miradas, se sintió cómo si el resto del mundo se desenfocara, como si hubiera algo oprimiendo su corazón contra su pecho; dolía un poco, pero se sentía extrañamente correcto.

—Yo también te amo, Gakushū—admitió, más para él mismo que para su pareja. Sonrió mostrando sus caninos—. Así que siento mucho lo que voy a hacer.

El pelirrojo se estiró rápidamente hasta la nieve que estaba alrededor de la manta, la que se había acumulado de las nevadas constantes durante la semana y, sin pensarlo dos veces, se la lanzó a la cara. El rostro de indignación del peli naranja era algo que Karma jamás olvidaría.

—No porque seas mi novio voy a tener piedad, Akabane —advirtió poniéndose de pie mientras se sacudía su cabello, ahora blanco y frío por el ataque—. Acabas de comenzar una guerra.

—Uy, mira cuánto miedo tengo —sacó la punta de su lengua.

—Lo tendrás —rio, tomando una buena cantidad de hielo, formando una bola casi del tamaño de su cabeza—... Muy pronto.

Karma soltó una carcajada mientras salía corriendo lo más rápido de la espesa nieve se lo permitía. Una gran bola blanca voló hacia él y no pudo evitar que esta lo golpeara en la espalda, haciéndole perder el equilibrio en el proceso. El pelirrojo terminó con la cara enterrada en la blanca nieve.

Trató de levantarse lo más rápido que pudo; se giró, quedando acostado sobre su espalda. Pataleó para defenderse y comenzó a lanzar toda la nieve que sus manos le permitían, pero Gakushū estaba demasiado cerca.

El peli naranja tropezó con los pies de su pareja y cayó en cima de él. Ambos se miraron con ojos competitivos por unos segundos, pero terminaron riendo a carcajada suelta.

—Humillante —Gakushū negó con la cabeza, todavía con una sonrisa amplia en el rostro—. Pareces Anna, de Frozen.

Con cuidado, el oji violeta comenzó a sacudir el cabello, casi blanco de su pareja.

—Ja, ja, ja —rodó los ojos.

Karma se fue incorporando lentamente hasta que Gakushū terminó sentado sobre su regazo, con sus rostros apenas separados por unos centímetros. Ambos sonrieron; ¿Era una especie de Déjà vu?

Esta vez, cuando Asano pensó en lo lindos que eran los labios del pelirrojo, hizo lo que había querido hacer aquel día, pero que no se había atrevido.

—Feliz cumpleaños, Karma.

Con una sonrisa en el rostro, llevó sus manos al cuello de Akabane y lo besó.

Yo también quiero uno de esos 😮‍💨

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Yo también quiero uno de esos 😮‍💨

¿Cómo han estado, mis amores? Lamento que terminar esta historia esté tardando más de lo previsto, pero quería asegurarme de que me gustara~

Espero que a ustedes también les esté gustando; ¡Ya solo falta el epílogo! ¿Pueden creerlo? Estoy muy emocionada, porque después de eso les podré anunciar la sorpresaaa~

No olviden dejar sus votos y comentarios bonitos y graciosos, como siempre. Ustedes son mi motivación más grande ✨

—Les ama, Jenn ❤️

Cómo comenzar a salir con un delincuente [Asakaru]¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora