Volumen I

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[ Identifique perfectamente al delincuente en cuestión.

》¿Necesita ayuda? Su nombre es... ]

—¿Akabane Karma?

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—¿Akabane Karma?


—Akabane Karma —afirmó. Se giró en su silla para mirar fijamente a su hijo—. ¿Qué piensas de él?


—Como si yo pensara en él —rió—. ¿Por qué me preguntas a mí? Pregúntale a alguno de sus compañeros de la Clase E.

—Tú eres quien ha pasado más tiempo siendo compañero de Akabane-kun —dijo, y era cierto. Gakushū aún podía recordar el día que lo conoció, en escuela básica; fue condenado al infierno el día que ese demonio entró tarde al aula, con esa sonrisa burlona, y se sentó junto a él—. ¿Qué piensas de él como persona, de sus aptitudes académicas, de sus actitudes violentas e irresponsables?

Por primera vez en su vida, tardó en procesar todas las preguntas que se le hacían.

—¿Por qué te importa? —respondió con otra pregunta, intentando ocultar el hecho de que no tenía idea.

—Eres el presidente estudiantil, se supone que conoces a tus inferiores. Claro, a menos que hagas un trabajo mediocre como su líder.

Frunció el ceño. ¿Mediocre? Sí, claro. Conocía a cada maldito alumno de la secundaria Kunugigaoka; sus nombres, sus caras, sus expedientes, sus historiales. Todo. Por su puesto que conocía todo de Akabane, su apellido aparecía seguido entre sus deberes de Formulario de Detención o Suspención.

—Olvídalo —continuó el mayor. Volvió a girarse en su silla, mirando hacia el enorme ventanal de cristal—. Vete a casa, Asano-kun.

—Con permiso —respondió a regañadientes y enfiló hacia la puerta.

Una vez afuera, soltó un suspiro. ¿Qué había sido aquello? ¿Por qué su padre estaba interesado en Akabane? ¿Había hecho alguna otra de sus travesuras infantiles? ¿Iba a suspenderlo? ¿Iba a expulsarlo de una vez por todas?

Lejos de sonreír, se horrorizó. ¿Qué iba a hacer él sin su rival, su competencia, su motivación? Sí, nadie podía negar que el pelirrojo era un auténtico dolor de cabeza, pero también era la única persona de toda la escuela que no lo idolatraba; que lo trataba como el chico de quince años que era y que podía sacar lo mejor de él en cada proyecto y examen.

No, Akabane Karma no podía ser expulsado. No en su guardia.

—¿Vienes, Asano-kun?

Cómo comenzar a salir con un delincuente [Asakaru]¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora