Gta Roleplay & Streamer's Vol.2

Carlo Gambino

POV's Narrador.

- Las ventas han aumentado bastante últimamente. - Comentaba un chico por teléfono, para después colgar. 

Este chico se encontraba en el casino, un lugar que solía frecuentar mucho día tras día. En este casino, se encontraba una mujer, de rasgos bastante peculiares: 

Un bonito color castaño en su cabello, y unos hipnotizantes ojos color gris, que si bien era un color bastante neutro, su rareza en el ser humano lo cambiaba todo.

Esos mismos ojos hipnotizaban a Carlo Gambino, el chico que visitaba todos los días el casino, gracias al ser que veía constantemente de lejos... como un típico acosador... bastante extraño, pero, tierno a la vez. 

Ese día, la joven decidió pedir para sus socios una botella del champán más caro que vendía el mismo Casino, que por ser ella, era gratis, debido a que era la segunda dueña del casino. 

Carlo se acercó a ver si le ofrecían un poco del champán, y para su suerte la joven dama fue la que le ofreció. 

- Chico... te ves agradable, toma un poco. - Dijo la de ojos grisáceos, con un semblante de amabilidad. 

El chico solo se dedicó a mirarla de arriba a abajo, su vestido rojo hacía que resaltaran más sus bellos ojos grises, y con ellos; la hermosura de la chica. 

- Gracias, señorita...

- Claire, señorita Claire para usted, joven Carlo.

- ¿Me conoce? - Preguntó sorprendido. 

- Claramente, usted es un gran... jugador... - Dijo de manera coqueta. 

El chico no se vestía mal, e incluso se le podría considerar que era bastante coqueto... 

- Se ve que le encantan los jugadores, bella donna. 

- No todos... solo jóvenes exitosos como usted, señor Gambino. 

En ese momento Carlo estaba decidido a invitarla a salir, pero, la llamada de su hermano lo había interrumpido. La llamada fue atendida inmediatamente, sin antes disculparse con la joven chica. 

Al día siguiente, encontró a la joven en la bodega del Krule, a la cual sorprendió, y sin saber quien era, le apuntó directo a la cabeza a la vez ahorcando con su brazo. 

- Sino quieres que te mate, más te vale hablar ahora. - Dijo Carlo amenazando a la chica.

- Sabía que el joven Carlo tenía un mundo acá atrás, solo no esperaba que su producto fuera el mejor de la ciudad. - La voz la reconoció al instante, por ende la soltó.

- Dios, Claire... - Suspiró. 

- Tengo suerte de no haberme encontrado a tu hermano, se ve que tiene mala hostia... - Comentó la chica mientras reía. 

- Yo soy el que no confía en las personas, tiene mejor pinta que yo... creo. - Dijo con una sonrisa ladina. 

- Te me haces un hombre... solitario... muy interesante a mi gusto. - Dijo la joven, apenas audible para Carlo. 

- Claire, quería invitarte a salir, se que te acabo de apuntar con una pistola, pero... 

- Me encantaría salir con un hombre apuesto como tú. - Dijo interrumpiendo el discurso de la chica.  - Y perdón por irrumpir en tu propiedad, pero, jamás me lo habrías dicho... 

Después de ese día, los dos chicos comenzaron a hablar más, se hicieron mejores amigos, y la chica dejaba que los dos hermanos vendieran su mercancía en el casino, donde ella se llevaba un 10% de las ganancias hechas en el local. 

Al paso del tiempo los hermanos hicieron a Claire un contacto más en el que confiar, y Carlo estaba segurísimo de lo que quería con la chica. 

Un día, Carlo llamó al penthouse de la joven, que se encontraba en el mismo casino, la chica lo recibió con una sonrisa. 

- ¡Carlo! Pasa, por favor. - Invitó la chica al joven. 

Este pasó y dejó el abrigo en el perchero de la entrada, dejando ver su ropa, bastante elegante para ser un día casual, pero bien se dijo antes; Carlo era un chico bastante coqueto...

- Claire... me gustaría confesarte que....

- ¿Te gusto?

- Sí... ¿Cómo lo supiste? 

- Tu hermano me lo dijo todo, y si, si quiero ser tu novia. 

- Dios... 

Ese día paso tanto que procesar para el joven, y sin dejar atrás lo fabuloso que era el joven en la cama... guiño, guiño. 

Un día inolvidable para la bonita pareja de Claire y Carlo Gambino.