diecinueve: "me ha llamado enana"

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12/02/22

Pablo

Ya hemos salido de la casa de los padres de Madi. Me he sentido a gusto y cómodo durante toda la estadía.

Es una familia muy acogedora.

Ahora nos encontramos camino al piso de Madi y Emma.

-¿Os queréis quedar hoy también a dormir?- nos pregunta Emma sacándome de mis pensamientos.

-Por mi feliz.- admito.

Pedri asiente.

-Guapa.- llamo a la morena a mi lado. -Que mis cuñados y suegros me han caído genial.- bromeo.

-¿Ah sí? ¿Y cuándo los conociste?- me pregunta en un tono sarcástico.

Yo río y niego con la cabeza.

-No aguanto más.- le digo antes de atacar su cuello de una vez por todas.

Había querido hacerlo desde que llegamos a la casa de sus padres.

Pero claro, ver como se devoran a tu hija no es muy agradable de ver.

Ella gime sobre mis besos en su zona sensible.

Eso es algo que había descubierto, tiene un punto débil en su cuello.

Se me pasa una idea súper creativa por la cabeza.

Comienzo a besarle el cuello dejándole chupetones que estos formen una P.

Ella no se ha dado cuenta claramente.

Me separo y veo mi obra de arte. Se nota claramente la forma de la letra P en su cuello.

Sonrío y me recuesto en mi sitio.

Ella parece un poco confundida pero pasa su atención al móvil.

Por el rabillo del ojo veo como habla con Paula. Ella llegaría mañana para partir con la mudanza.

Le veo el semblante triste. Apoyo mi mano izquierda en su muslo derecho y se lo acaricio.

Ella me dedica una sonrisa triste y yo le devuelvo una reconfortante.

Al llegar al piso, Emma y Pedri se dirigen a la habitación de la catalana.

Yo voy con la morena a su habitación.

Cómo siempre, me tumbo boca abajo en su cama.

Parece ritual.

La veo tomar sus cosas para ir al baño a cambiarse y desmaquillarse.

-Después entras tú y te cambias.- me comunica antes de entrar a este.

-Vale, enana.- le digo.

Me meto al móvil pero veo una figura salir del baño.

-No me llames así.- me reprime.

-¿Y yo que hice?- le pregunto.

No entiendo nada.

Normal, nunca lo haces.

¿Es normal que mi propia conciencia me haga bullying?

-Que no me llames enana.- habla y pone una mueca al pronunciar la última palabra.

-¿Que tiene de malo?- le pregunto nuevamente.

¿Le habré hecho sentir mal?

Genial, Gavi. Haces todo bien.

-¡Pedri!- escucho como llama a mi compañero.

En cuestión de segundos, el canario y Emma se presentan en la habitación de Madi.

everytime |  𝗉𝖺𝖻𝗅𝗈 𝗀𝖺𝗏𝗂 ¡!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora