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treinta y dos: "joder que pesao"

17/05/22

Madi

Había venido con Emm al entrenamiento del Barça. Hacía mucho tiempo ya que no veía a mis amigos y tenía ganas de hacerlo.

Al llegar a la Ciutat Esportiva nos sentamos en las gradas de enfrente del campo de entrenamiento. Sira se nos unió un poco más tarde.

Últimamente estaba teniendo problemas con Ferrán por culpa de tiempos y que no se podían ver mucho y ambos estaban bastante deprimidos, se quieren un montón.

Ya estaba empezando a hacer un calor infernal a pesar de estar a mediados de Mayo, no me imagino cuando estemos en Julio.

Fundida en mis pensamientos dirigí mi mirada hacía en frente mío. Me encontré al sevillano al cual tenía muchas ganas de ver.

Demasiadas diría yo.

En todo caso, esas ganas de verlo las tuve que disimular por que no se percató de mi presencia.

A ver, es normal. Está concentrado y mañana tienen partido contra el Atlético de Madrid el cual no es rival menor.

Recogió su botella de agua y se removió el pelo enredando sus dedos en este. Acto seguido se levantó la camiseta de entreno y se secó la cara llena de sudor y agua.

Ahí es cuando me di cuenta de que si se había percatado de mi presencia ya que antes de irse me guiñó un ojo discretamente.

Sonreí para mis adentros e instantáneamente me puse nerviosa y me empezó a dar más calor.

-Hace calor, eh.- escucho como Emma me saca de mis pensamientos.

-Cállate.- solté

-Tía es que la forma en que lo miras...- sigue Sira.

-¡Joder! Que os dejéis ya con el temita.-

Claramente no estoy enfadada pero necesitaba dejar de pensar en el porqué si no, su pelo no iba a ser lo único mojado.

-Vale, vale.- resopla la rubia. -¿Cómo vas tu con Ferran?- pregunta ahora dirigiéndose a la novia del recién nombrado.

-Si eso, cuenta.- me intereso.

La escuchamos suspirar y bufar por lo que me imagino que no les está yendo tan bien.

-Creo que vamos a dejarlo.- suspira con tristeza.

Pongo una mueca de tristeza y me acerco a ella para sobarle la espalda en señal de que estoy ahí para ella cuando lo necesite.

-¡¿Qué?!- exclama la rubia demasiado fuerte para mi gusto.

-¿Se puede saber porqué?- le pregunte delicadamente.

Ella me brindó una sonrisa de afirmación.

-Claro que sí. Lo que pasa es que a mi padre le han ofrecido ser el entrenador del PSG la temporada que viene, y como están las cosas en casa, probablemente aceptará.- se explica.

-¿Eso significa que te irás a Francia?- pregunta Emm.

-Supongo que no, ¿cierto?- pregunto impaciente