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doce: "pablo..."

08/02/22

Pablo

Me desperté por unos dedos haciéndome mimos en el pelo.

Si cada vez que me despertaran fuera así...

Dejo que Madi siga con sus mimos un rato para disfrutar un poco más y luego de unos minutos pongo mi mano en su muslo y me levanto.

-Que bien que he dormido.- le comunico.

Ella me sonríe.

-Tengo un dote especial con los dedos.- me responde.

La miro alzando una ceja. Al parecer no se ha dado cuenta del doble sentido de su respuesta.

-En hacer mimos, claro.- se aclara.

Ahora sí se dió cuenta.

Veo que tiene prendido un capítulo de Outer Banks en el móvil y le pido uno de sus cascos para ver la serie juntos.

Pedri y Emma, ambos siguen profundamente dormidos al frente nuestro. Por lo que decido jugar un poco.

Mientras vemos la serie, pongo una mano en uno de sus muslos y el otro brazo por detrás de sus hombros.

Siento cómo se pone un poco nerviosa pero me quiere engañar y hacer parecer que está perfectamente relajada.

Comienzo a mover la mano que tengo en uno de sus muslos con dirección a su zona débil. A su zona íntima.

Se tensa con cada acercamiento que hago a esta zona.

Yo, claro, sigo mirando la serie como si no estuviera pasando nada.

Que hijo de puta

Se pone aún más nerviosa cuando la toco por encima de la tela de su chandal en la zona que me pide a gritos que toque.

-¿Estás bien, guapa?- le pregunto haciéndome el inocente.

Ella carraspea y aclara su garganta.

-Perfectamente.- me responde.

Le miro unos segundos y ella a mi.

No duramos mucho y le comienzo a comer la boca como un salvaje.

La subo a mi regazo y le aprieto el culo. Escucho como suelta un gemido de satisfacción y como acto de reflejo lleva sus manos a mi pelo.

-Pablo.- me llama.

-Dime, bonita.-

-Que están Pedri y Emma aquí con nosotros.- me dice.

-Eso lo hace más interesante, ¿no?-

No dice nada y ahora es ella quien me come la boca.

Madre mía, estos labios son adictivos.

Escuchamos un carraspeo.

-Vale, se que os tenéis ganas pero ¿poneros a follar enfrente mío? Madre mía.- dice mi compañero.

Madi se tensa y vuelve a su sitio con las mejillas sonrojadas y un poco despeinada.

Sonrío al verle así y más cuando fijo mi vista en sus labios hinchados.

Hinchados por mi.

Un par de horas más tarde ya estamos en el hotel.

Madi

La hija de puta de Emma me quiere dejar en una habitación con Pablo por que la princesita quiere dormir con su Pepino.

Así decidí como llamarle ahora, su mote es Pepi, pues yo le diré Pepino.