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treinta y cuatro: "llegó andrés"

Pablo

-¿Cuándo llega? Digo, ¿Llegan? -me escucho preguntar al ex Valencia.

-Gavi, es quinta vez que me preguntas. Se paciente. -contesta ya un poco cabreado.

Ferran es el que está en contacto con Sira y por ende, con la dirección de las chicas.

Me urge ver a esa chilena que tanto me vuelve loco. Hoy quiero dar el paso.

O eso quería antes de tomar el primer cubata.

No debería ingerir alcohol en semana de partidos pero la verdad es que me suda la polla.

Mala de Anuel y 6ix9ine suena por todo el recinto y procedo a sentarme mientras veo a un par de mis amigos alejarse a la pista de baile.

-Cambia la cara, macho. -escucho al canario mientras pone una mano en mi hombro.

Me río ante lo ridiculo que debo verme ahora. Nunca pensé que lo estaría pasando mal en una fiesta.

Nunca pensé que la razón sería por que tal chica no ha llegado aún y deseo con toda mi alma verla en este instante.

Como si lo manifestara, la silueta de Emma se presenta muy sonriente frente a mi amigo, Pedri.

-Hola, amor. -saluda el canario al ver a si novia.

-¡Que guapa que estás! -comenta Pedri.

-Tu no te quedas atrás, eh. -suelta la rubia.

-¿Dónde está Madi? -pregunto a Emma rascándome el cuello.

-Hola para ti también, Gavi. Venía detrás mío. -contesta.

Me avergüenzo por mi actitud y pido perdón antes de pararme y buscar a la castaña.

Levanto el cuello para poder ver mejor a mi alrededor y poder divisarla.

Estoy absorto en mis pensamientos cuando alguien se presenta a mi lado.

-Pablo. -dice aquella voz pinchándome con el dedo.

Sigo sin mirar para saber de quien se trata. En este momento solo quiero verla a ella.

-¡Pablo! -escucho nuevamente, pero esta vez más fuerte.

Ahí fue cuando caigo en que ella es la única que me llama por mi nombre.

Miro hacia abajo y ahí la veo, con una sonrisa juguetona mientras se muerde el labio inferior.

-Acá estás. -suelto tratando de que no se me note mucho la emoción y felicidad.

-¿Dónde más? -pregunta y pongo atención a ese outfit.

Se ve guapísima, aunque el largo de esa mini no me agrada mucho. Es bastante corta pero me quedo callado al subir a su escote.

Joder. Dios mío. Qué mujer.

-Deja de mirarme las tetas. -dice nerviosa.

-No puedo. -suelto sincero.

Y como un animal y sin chistar me tiro a sus labios y la beso con fuerza.

Me da permiso a introducir mi lengua y con esta exploro su cavidad bucal como si no me la supiera de memoria.

Decido bajar a su cuello para besarlo y marcarlo. Esta noche se ve muy bonito.

-Pablo... -gime despacio y eso es suficiente para pararme la polla por completo.

-¿Me dejas follarte en el baño? -suelto descaradamente al separar mis labios de su cuello.

-Pablo, no. -dice. -Estoy en mis días.