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treinta y uno: "es que tampoco es mi tipo"

14/05

Pablo

Un puto mes.

Un maldito mes desde el cumpleaños de los mellizos. Un mes desde que me propuse pedirle salir a Madi.

Adivinad. Soy un cobarde y sigo sin hacerlo, pero siento que esta es mi semana.

-¿Es el día niño?- me pregunta Pedri mientras salgo del baño.

-Cállate ya.- le respondo.

-Alguien se levanto de muy buen humor.- celebra el canario falsamente.

-Tío, ya.- protesté alargando la ultima letra. -Pero si, siento que es mi semana.-

-Que llevas diciendo eso desde hace un mes, chaval.-

Se ríe.

En vez de aconsejarme, se ríe.

-Pero ayúdame ¿no?-

-A ver, ¿que quieres que haga?.- me pregunta

-Pues que me ayudes a ya sabes que.- le comunico.

-No, no sé que.- me contesta haciéndose el confundido.

El muy cabrón solo se divierte con mis miserias.

-No me hagas decirlo.- le suplico.

-Oh..- se ríe -Sí te haré decirlo.-

Y se descojona.

-No me hace gracia.-

-Bueno ya, relájate un poco, macho.- aconseja.

Tiene razón, debo dejar que todo fluya naturalmente.

-No sé que es lo que me pasa con ella.- Empiezo a reflexionar.  -Me gusta demasiado y no puedo aguantar mis ganas de querer llamarla mi novia... -tomo una pausa- pero a la vez, me da miedo, Pedri.-

-¿Qué te da miedo?- parece comprensivo.

-Lo mucho que me gusta y la facilidad con la que podría hacerme daño.- confieso. -Además, ambos somos figuras públicas y quizás a mucha gente no le gustara lo nuestro.-

Hablas suponiendo que te diría que sí

No ahora, por favor.

-Mira, Gavi. No te puedo garantizar que todo sea de color rosa pero si puedo afirmar que Madi siente lo mismo por ti. ¿Qué importa lo que opinen los demás?- pregunta.

-Nada, supongo.-

-Entonces no deberías tener miedo, Gavi. Se tu mismo y pídele que sea tu novia.- dijo. -Y hazlo lo antes posible, hazme caso.- sugirió.

Y así sin más salió de mi habitación. Había vuelto a dormir en La Masía, ya llevaba bastantes semanas sin hacerlo. Además, Madi estaba bastante ocupada con sus campañas de su trabajo de modelo y esas cosas raras.

Tu corres detrás de una pelota por noventa minutos, Gavi.

Hoy no había entrenamiento, pero de igual manera decidí ir al gym a desconectar un poco. Me haría bien no pensar en ella ni en lo que le pediría pronto.