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treinta y tres: "me voy a operar, decidido"

17/05/22

Madi

Hace un calor de mierda y no puedo esperar a tirarme de cabeza en la enorme fuente de agua que tengo a menos de dos metros.

-¡Chicas!- exclama Sira al vernos.

La saludamos a ella y a los demás y nos instalamos en las reposeras para tomar un poco de sol.

Le pido a Emm que me ponga el bloqueador de la espalda por que claramente no llego.

Unos minutos tomando sol, siento como mi garganta se seca y me decido a ir a la cocina por alguna bebida.

Después de pedirle permiso a Ansu para entrar a su cocina me giro hacia la gente.

-¿Queréis algo? -pregunto.

Escucho un coro de no gracias y me encamino hacia la cocina.

Abro el refrigerador y veo unas latas de Pepsi. Se me hace agua la boca y me agacho para coger una. La tomo y me enderezo cuando siento gotas caer en mis hombros.

Me doy la vuelta y veo la presencia del sevillano detrás mío.

-No te escuche llegar. -admito.

-No conoces mis dotes misteriosos al parecer. -bromea el castaño.

-¿Que viniste a buscar? -pregunto haciendo referencia a que previamente había preguntado si alguien quería algo.

-A tí. -responde sincero.

-¿Tanto te hago falta? No puedes ni esperar a que regrese porqu...-antes de que pueda terminar, siento sus labios chocar contra los míos.

Le sigo el juego moviendo mi boca contra la de el. Después de un minuto o dos, nos separamos para tomar aire.

-Hablas mucho, preciosa. -suelta.

Sonrió tímidamente y le hago una seña para volver a dónde estaba el resto.

Minutos más tarde, ya me encuentro sumergida hasta las caderas dentro de la piscina, no sin antes haberme hecho una coleta alta para no mojar mi pelo.

-¿Qué tal está el agua? -escucho a Emm preguntar a mis espaldas.

Bajo otro escalón antes de darme la vuelta y poder contestarle.

-Perfecta para ti. -respondo con una sonrisa.

Emma suele sentir lo que es frío más frío, y lo que es caliente, lo siente más caliente. Nunca ha sabido por que le pasa eso, aunque tampoco se urge mucho.

Es por esto que me usa de rata de laboratorio para informarle sobre ciertas temperaturas.

-¡Vale! -exclama contenta.

Estoy a muy poco de bajar a la planta base de la piscina cuando veo una silueta por debajo del agua acercándose a dónde estoy.

-¡Holi! -exclama un Pablo sonriente al salir a la superficie.

Se ajusta en su lugar y al ponerse derecho se acerca aún más a mi.

-Te ves gracioso así. -comento.

-¿Así cómo? -pregunta aún con aquella sonrisa.

-Así, peinado hacia atrás. -respondo llevando mi mano hacia arriba para tocarle el pelo.

Pablo procede a alejarse unos centímetros y mueve su cabeza de un lado a otro despeinándose.

-¿Me sigo viendo gracioso, Madison? -pregunta con un semblante coqueto mientras se acerca a mí.