dos almas. / luckity to rubckity

octubre paso de largo

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Cinco meses habían transcurrido desde la tragedia de aquella noche, Quackity, había sobrevivido, pero una parte de el había muerto ese día. El sabía que Rubius hubiera querido que el siguiera con su vida, que el continuara, pero como puede pasar pagina cuando la persona con quien pensó que compartiría el resto de su vida ya no está aquí?

Era octubre de nuevo, aquel mes en el que se conocieron, aquel mes que cambió la vida del mexicano para siempre.

October passed me by just like any month
(Octubre se me pasó como cualquier mes)
But I still think of the times you took the breath out of my , lungs
(Pero todavía pienso en las veces que me quitaste el aliento de los pulmones)

Llego a Karmaland forzado por sus padres, llevaba meses en aquella depresión que no lo dejaba siquiera levantarse, sus padres querían que el saliera, que volviera a socializar, pero era imposible, sabían que la única manera de hacerlo era que estuviera con Luzu.

Al llegar inhalo una gran cantidad de aire, para luego exhalarlo lentamente.

El simple aroma de Karmaland, le traía flashbacks de Rubius, sabia que había sido una equivocación regresar.

Vio a Luzu a lo lejos, nuevamente con aquel cartel, "quacks :] " una leve sonrisa apareció en el rostro del menor. Corrió rápido hacia el abrazándolo fuertemente.

— Te extrañe Lusu.— puso sus brazos por encima de sus hombros, escondiendo su cabeza en su cuello.

— Y yo a ti quacks.— lo tomo suavemente de la cintura mientras le daba aquel fuerte abrazo.

Fue una sensación reconfortante para el pelinegro, un abrazo de su mejor amigo.

Con una sonrisa rota miraba por la ventana aquel pueblo, sentía esa calidez con un vacío en su cuerpo, el aire fresco y caliente a la vez, esas bellas vistas de los árboles y montañas de la ciudad, era hermosa.

Llegaron a casa de Luzu y como si fuera la primera vez, sus amigos estaban ahí para recibirlo, solo que llegaron a darle un abrazo grupal entre todos.

Quackity comenzó a llorar mientras estos lo abrazaban.— lo extraño.— dijo en un hilo de voz, causando que los demás lloraran también, excepto por Luzu y Vegetta, que tenían una expresión neutra pero a la vez preocupada por su amigo.

Quackity se percato hasta después de su reacción, pero pensó que sería porque aquellos ya lo habrían superado, algo que el no lograba aún.

Después de una charla larga con cada uno de sus amigos que llevaba extrañando, se fueron de la casa de Luzu, este último estaba dudoso en hablar con Quackity ya que no sabia que decirle, llevaban hablando por chat estos meses pero no habían tocado el tema con seriedad, y eso asustaba al mayor.

Quackity bajo las escaleras, dirigiéndose a la cocina donde se encontraba Luzu.— Hey.— dijo con un pequeño saludo con la mano.— Puedo usar tu carro?

Luzu se sorprendió un poco a esto, ya que nunca lo había pedido.— Eh.. si claro, ¿a donde irás? ¿quieres que te acompañe? — preguntó mientras dejaba su taza de café y caminaba hasta la puerta para tomar las llaves.

— No..no te preocupes Lusu, voy solo.— le dio una sonrisa sincera, a lo que el pelinegro solo asintió en silencio dándole las llaves.