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Quackity siguió llorando hasta que escuchó la puerta principal, rápidamente limpió sus lágrimas hasta que supo que no era necesario, sabía que se sentía seguro con el.
Se quedó en aquella posición, no tenía ganas de levantarse.
— Pato?— dijo en silencio mientras se adentraba en la sala, viendo al menor en aquel estado. — Hey, cielo, qué pasa?
— Y-yo..— se talló los ojos, su voz estaba quebradiza.— Yo solo, mi mente me está matando.
— Que piensas amor? — comenzó a acariciar tu cabello.— Sabes que no te juzgaré, pase lo que pase.
Suspiró suavemente mientras lo miraba a los ojos con sus ojos marrones oscuro, que se encontraban cristalizados e hinchados de lo mucho que lloro.
— No se porque mi mente me sigue diciendo que me dejarás, que todo se irá a la chingada de nuevo, y es como, no se.— tomo aire.— Si me estuviera forzando solo a pensar que esto está mal.
Rubius lo miraba con una expresión de preocupación.— Entiendo que puedes llegar a tener inseguridades, has pasado por tanto que me sorprende que aún confíes en mi, pero quiero que estes seguro que no me iré, y esto lo digo aquí, de corazón, no me iré.
— Como se que no es otra mentira? — el menor comenzaba a desesperarse por sus propios pensamientos.— Como se que no me estás dando una promesa vacía de nuevo?
— No lo sabes.— no despegaba su mirada de el.— No tenemos la certeza de nada, solo de que nos moriremos algún día, tú no tienes la certeza de que yo estoy seguro de que me quedaré, y yo no tengo la certeza de que me crees, pero lo único que puedes hacer es confiar en mi, y se que la confianza no se gana de un día para otro, por eso quería comenzar de nuevo contigo, y se que al final del día, tú tomarás una decisión y sea la que sea la respetaré, pero dame esta tarde para intentar cambiar un poco tu pensamiento.
Se levantó y se acercó a él, con un ramo de tulipanes blancos.— Ten, te traje flores.— dijo con una sonrisa tímida en su rostro.
Alex quedo perplejo con las palabras del mayor, había madurado mucho emocionalmente. Y se dio cuenta que era verdad, no tenemos la certeza de nada, era intentarlo o no.
Arriesgarse a volver a perder, o arriesgarse y ganar.
Y si lo volvía a intentar, y fallaba, que perdía al fin y al cabo?
Se lo dijo una vez, y se lo repitió de nuevo en su cabeza.
Tenía una segunda oportunidad de estar con el amor de su vida, y no la iba a desaprovechar.
— Quieres ir a una cita conmigo? — preguntó Rubius mientras le daba un suave beso en la cabeza.
Estar con el era la mejor opción.
— Si a todo. — respondió con una sonrisa.
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dos almas. / luckity to rubckity
FanfictionNo sabemos que estamos sintiendo, pero no te vayas, vamos a descubrirlo. En mil vidas te volvería a encontrar. Donde Quackity va de visita a Karmaland, y no solo las amistades son lo que llegan a su vida. Este fic se hace con la intención de entre...