dos almas. / luckity to rubckity

un lugar que solo nosotros conocemos

🌀

A la mañana siguiente de los transcurrido en el arcade, Quackity se levanto y pudo ver que luzu ya no se encontraba en la habitación con el, esto lo confundió un poco hasta que escucho a alguien tocar la puerta, cuando unos segundos después vio al mayor entrar con una bandeja de hotcakes. Esto le trajo flashbacks a Quackity de aquella vez que el chico emo le preparó el desayuno, no pudo evitar sonreír al recordar esa memoria.

Las cosas transcurrieron con normalidad, se dio una ducha larga, salió y se miró al espejo, y de nuevo se encontraba con su supuesto enemigo, el.

Recordar esas palabras que se decía diariamente, esos insultos con los que vivía de su parte, hizo que sintiera un nudo en la garganta, cuanto tiempo de su vida llevaba odiándose de esa manera? tantos años que eran demasiados para contar.

Pero esto ya no podía seguir así, estaba harto de odiarse, de culparse por todo lo malo que le pasaba, era momento de un cambio. Era momento de empeñarse en el mismo.

Así que con una sonrisa en el rostro, toco suavemente su cicatriz y salió del baño, sin esconderla, sin esconderse.

A pesar de todo lo sucedido, Luzu desconocía aquella marca en el rostro del joven, así que cuando el menor bajo las escaleras para encontrarse con el, se sorprendió un poco al notarla.

Luzu lo miro por unos segundos, y antes de comenzar a hablar fue como si Quackity le hubiera leído la mente.

— Se que me preguntarás de la cicatriz, ven, vamos a sentarnos para que te cuente.— dijo con una ligera sonrisa.

Tuvieron esa plática que logró que Luzu dejara caer unas pequeñas lágrimas.

— La única persona que le conté fue a Rubius, la primera vez que salimos.— suspiro.— Fue un accidente ya que me mojo toda la cara.— soltó una risa.

— Y porque nunca me lo contaste a mi? — preguntó intrigado.

— No lo sé.— miro un poco sus manos, jugueteando con sus dedos.— Es una de mis mayores inseguridades y tenía miedo de que la vieran.

— Yo jamás te juzgaría por nada quacks.— se acercó un poco a el para tomar su mejilla.— Para mi eres hermoso tal y como eres.

Mientras la mano del mayor reposaba en su mejilla, Quackity puso su mano encima de esta.— Yo lo sé, gracias Lusu.

Se quedaron mirándose unos cuantos segundos, Luzu sentía la necesidad de darle un beso, no por el hecho del romance, si no que quería mostrarle que lo amaba, pero sabía que no podía hacerlo, no ahora.

Quackity al sentir esta tensión, se balanceó un poco para terminar recargado en el hombro del contrario, juntando un abrazo.

Alex había visto a Luzu como un gran soporte para el, cómo alguien en quien podía confiar, en alguien que sabía que estaría para el, su mejor amigo.

Terminaron hablando un rato más de cosas para distraerse de aquella deep talk que habían tenido.

Quackity salió al jardín de Luzu, no solía salir mucho allá, y al momento de pisar un pie afuera recordó esa noche, la noche donde Rubius y el confesaron sus sentimientos.