Suaves pisadas por el pasillo de la gran casa de los Manoban poseían como vivienda resonaban de cierto modo por el pasillo con rapidez sin desear ser vistas o escuchadas por nadie.
La puerta de una de las habitaciones de invitados se abrió y fue cerrada bruscamente adjuntando el notorio sonido de una respiración agitada.
Un pequeño click resonó en las paredes del silencioso cuarto ya que el seguro de la cerradura había sido puesto para evitar accidentes o intrusos en un momento tan comprometedor como ese.
Tiro la sábanas al suelo sintiendo como una pequeña ráfaga de viento la hacía estremecerse, tirando en el colchón de la cama vacía su bolso donde afortunadamente tenía un cambio de ropa limpia el cual le serviría demasiado justamente ahora, teniendo en cuenta que cada una de sus prendas de ropa habían sido destrozadas por Lalisa la noche anterior.
Había sido humillante tener que correr por el pasillo prácticamente desnuda solamente cubriendo con las telas de una sabana su desnudez completa hasta llegar a una habitación cercana donde la rubia no pudiera ser encontrarla, especialmente del... ¿tercer accidente? que había tenido con ella.
Un suspiro de alivio desvoso de sus labios entreabiertos una vez que logró ponerse las prendas de ropa solamente que había un pequeño problema entre todo, rebusco en la mochila hasta más no poder pero no logro encontrar en ningún lado la braga que estaba segura de haber guardado por este tipo de casos.
━━¿Buscabas esto? ━━ Se estremeció en el momento en que la voz de la chica rubia se hizo presente en la habitación manifestándose como si nada pasara.
La pelirroja se volteo sobre sus talones, mirando en el marco de la puerta a Lalisa quien alzaba con su mano aquella prenda de ropa íntima que durante mucho había estado buscando la pelirroja quien había por lo menos tenido suficiente tiempo como para cubrir con corrector y base de maquillaje de la marca mas costosa que tenía, logrando cubrir los hematomas de su cuello con éxito.
Se quedó sin habla, sin saber cómo responder exactamente a la forma tan descarada con la que Lalisa se expresaba sin mostrar un gramo de arrepentimiento, mirando las bragas directamente con esa sonrisa tan malditamente burlona de la cual realmente no podía deshacerse.
Antes de que dijera una palabra la rubia guardo en su bolsillo las bragas, pero sin siquiera dar tiempo de confusión Taehyung terminó por asomarse por la puerta, viéndose totalmente ajeno a la situación.
El rostro de la pelirroja palidecio al instante, agradeciendo por un momento el tiempo que se tomó para cubrir cada uno de los hematomas de su cuerpo porque de lo contaría estuviera a punto de sufrir un cardíaco.
En comparación a ella, Taehyung se vio feliz por su presencia corriendo hacia ella para abrazarla y alzarla entre sus brazos besando sus labios en un tierno beso que hubiera sido confortable en cualquier ocasión menos esta.
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𝗟𝗢𝗩𝗘 𝗠𝗘 𝗧𝗢 𝗗𝗘𝗔𝗧𝗛 › Jenlisa。
FanfictionElla estaba acostumbrada al lujo, las joyas y el dinero. Lalisa Manoban haría cualquier haría cualquier cosa para complacerla. Ruby Jane, una reconocida actriz de Hollywood se vio obligada a volver a Busan cuando su madre enferma, conociendo a una...