Ella estaba acostumbrada al lujo, las joyas y el dinero.
Lalisa Manoban haría cualquier haría cualquier cosa para complacerla.
Ruby Jane, una reconocida actriz de Hollywood se vio obligada a volver a Busan cuando su madre enferma, conociendo a una...
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ⓘ Este capítulo contiene escenas fuertes que podrían considerarse perturbadoras para algunas personas que narra parte del pasado de Lalisa.
si no te gusta este contenido por favor lee hasta la escena del muelle, gracias<3
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Una chica como la que era Lalisa Manoban podía describirse fácilmente con la palabra que denominaba la perfección.
A sus quince años de edad Lalisa era una chica quien existía con el único propósito de ser sobresaliente, valiente, hermosa y la mejor en cualquier aspecto de su vida. Desde pequeña siendo una chica perfeccionita y difícil de engañar, compensando toda la decepción traída a sus padres por la noticia de su intersexualidad con la denominación de la perfección personificada.
Y lo estaba logrando. El orgullo de sus padres había sido algo que siempre estuvo de su lado al honrar siempre el apellido y llenarlo de lealtad, orgullo y cultura para la familia Manoban.
Una chica femenina, elegante y alegre, completamente deslumbrante. Una belleza misteriosamente hermosa con una energía femenina oscura rodeandola desde cualquier punto existente donde pueda verse.
Todo parecía ir al pie de la marcha, la vida de Lalisa parecía ser perfecta hasta que el treinta de diciembre del mismo año todo pareció demorarse en aquella fiesta de cumpleaños de su hermano.
Lalisa se consideraba a sí misma una chica normal, humilde, y sobre todo con un porcentaje de cien en su radar heterosexual, pero sin duda no sabía lo que él destino le deparaba.
Caminaba en dirección a su habitación una vez más, sus caderas moviéndose de un lado a otro, aquel vestido de tirantes negro se ajustaba a la perfección con su cuerpo, su cabello hasta la cintura dándole una apariencia completamente hermosa con unos tacones altos del mismo color negro.
¿Razones? Simplemente se sentía agotada después de todo, teniendo en cuenta que ya era tarde prefería estar en su habitación y descansar un rato de todo lo que pasaba en la planta baja, por lo que después de decirle a su madre que descansaria un rato, subió.
La puerta fue abierta de forma repentina por la rubia, quien se sorprendió al ver a una chica de cabello oscuro y azabache. Sus cejas disparandose en el aire con sorpresa.
━━¿Que haces en mi habitación? ━━ Interrogó la rubia. Su intención no quería sonar grosera pero realmente no supo si realmente llegó a serlo por el desconcierto que todo esto estaba causándole.
━━Buscaba el baño, ¿esto es tuyo? ━━ Habló. Su cabeza apuntando al librero lleno de costosos clásicos de la literatura, percatandose de que en sus manos uno de estos se encontraban.
