𝐹𝑂𝑅𝐺𝐸𝑇 𝑀𝐸 𝑁𝑂𝑇

²⁶

El ringtone en el teléfono de Sunghoon sonó y éste estiró su mano intentando agarrarlo.

— Mhm

— Estás llegando 15 minutos tarde, ¿Dónde estás? El entrenamiento ya comenzó Sunghoon. — contestó Marcos.

— ¿Entrenamiento?... No se había cancelado... — Susurró dejando de apoyar su rostro en la almohada.

— ¿Cuando dijeron eso? Tu solo ven antes de que Michael te de otro llamado. — contestó Marcos finalizando la llamada.

Sunghoon se sentó en la cama y estiró su cuerpo mientras soltaba un bajo quejido de dolor.

Giró su rostro a un costado y observó a Tn dormir boca abajo.

Tomó las sábanas y cubrió bien su cuerpo para levantarse, tomar una toalla cubriendo su cadera hasta abajo he irse a dar una ducha para próximamente ir a entrenar.

10 AM

Me senté en la cama estiré mis brazos.

— ¿Y Sunghoon? — Susurré.

Miré a mi costado y luego observé la toalla colgada.

Enrollé mi cuerpo en la sábana y caminé sintiendo mis piernas contracturadas, todo mi cuerpo lo estaba.

Tomé una toalla, unas prendas y luego me fui a dar una larga y relajante ducha.

Luego de aquélla ducha, busqué alguna ropa que me quedase ya que Sunghoon era más grande y por diferencia.

Tomé un lindo conjunto y me lo puse para ir al jardín y mirar a Keiser jugar con su pelota.

— hey keiser. — Murmure sonriendo.

— ¿Quieres jugar? — pregunté sonriendo.

Tomé la pelota de Keiser y empecé a jugar con el por todo el enorme jardín.

— ¡Que linda sonrisa del bebé! — contesté mientras le sacaba la pelota.

Los minutos pasaron marcando las 11:30 en punto y aún seguía jugando con Keiser sin una pizca de cansancio.

— Tu padre hará la carne a la parrilla. — contestó la señora Park.

— No son mis padres, quisieron hablar, es lo máximo que puedo ofrecerles. — contestó Sunghoon con disgusto.

Intenté esconderme detrás de uno de los árboles pero al final caí en el pensamiento de que no debía ocultarme.

Principalmente porque Sunghoon tiró aquel comentario.

— aquí alguien desayuno. — contestó o'brien.

— si, desayuno mi pareja.

— ah... Con que Tn está aquí.

Entré a la casa y sonreí con mucha falsedad a ambos padres pero apesar de eso, tampoco acepté en saludarlos.

— No sabía que duermen juntos. — contestó la señora Park viendo las prendas. — menos de que utilizas su ropa. Uh.