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SIGUIENTE DIA: PARTIDO DE OCTAVOS RUGBY.

— Solo digo que estamos bien.

— Si, entiendo que están bien pero es extraño, Senyun el primer día te odiaba. — respondí sentandome.

— Del odio al amor — respondió Stacey con una sonrisa.

— ¿Cómo está Sunghoon?

— El se encuentra bien, tiene su cicatriz ya desarrollada, de hecho, según el no siente dolor alguno pero aún así le recuerdo de utilizar la venda en caso de tirones o malas fuerza.

— Pero va a jugar Tn.

— Yo también pensé lo mismo. — contesté preocupada.

— Sunghoon juega bien esto, seguro que lo pasará bien y el dolor es lo último para pensar.

El silbato sonó y me levanté aplaudiendo junto a los demás al ver a la liga Enhypen corriendo al medio de la cancha.

Miré a Sunghoon con una sonrisa y suspiré aliviada.

El está cumpliendo su sueño.

Las personas siempre tienen un sueño pero algunas veces hay que abandonarlos.

No todos tienen la oportunidad de cumplirlos y es por eso que los hace únicos.

— ¿Cómo te fue en el test? Nos ibas a llamar y no lo hiciste. — contestó Azumi.

— Negativo, salió negativo...

— oh, ¿Enserio? — preguntó Stacey. — no te desanimes, la próxima será.

No contesté a sus comentarios y decidí prestar atención al partido.

Los minutos pasaron y Sunghoon metió un punto pero este inmediatamente fue anulado por el árbitro que según el, había pasado el límite.

— ¡Es injusto! — grité molesta junto a otras personas.

Me acerque más a las bancas de ellos y seguí gritando mientras veía a Sunghoon junto a Marcos quejarse de eso.

Uno de los oponentes pasó por al lado de Sunghoon y empujó su hombro, algo que llamó bastante mi atención.

— que idiota. — Susurré.

Volví a sentarme mientras observaba el partido.

— Tn.

— Voy al baño.— contesté levantándome.

Salí del estadio y entré a los baños públicos.

Claramente a nadie le gusta los baños públicos por la falta de higiene que algunos pueden tener pero no me iban a dejar usar el baño privado del estadio.

Entré y coloque seguro.

— Tn.

Frené mi paso y me quedé en completo silencio.

𝐹𝑂𝑅𝐺𝐸𝑇 𝑀𝐸 𝑁𝑂𝑇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora