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Tomé sus manos con rapidez y lo ayudé a levantarse.

No... Detente. — Murmuró con dolor.

Sunghoon se sentó al lado del horno de la cocina y allí apoyó su cabeza mientras intentaba mantener la calma.

— llama a la policía...

— y a una ambulancia. — Susurré con desesperación.

Empecé a marcar a la policía para correr al baño y tomar una toalla mientras hablaba con la policía.

Corté la llamada luego de darle los datos y también llamé a una ambulancia, di los datos con mucha prisa y dejé el celular a un lado mientras hacia presión en la herida de Sunghoon.

— Tn... Toma el pulso de keiser y Senyun... Porfavor... — Murmuró.

— Estás sangrando mucho... — Susurré mientras seguía haciendo presión.

— Tn.

— Tu cuerpo empezó a sudar... Eso no es bue-

— ¡Tn! — gritó Sunghoon comenzando a toser — porfavor... Revisa el pulso de Senyun y Keiser.

Asentí luego de segundos y corrí hacia Senyun para buscar sus signos vitales y confirmar que aún respiraba luego busque a keiser y me tardó en encontrar su pulso pero también parecía respirar...

Aún así, me preocupaba demasiado la espuma de su boca...

Volví con Sunghoon y me acerqué haciendo presión nuevamente.

— mira tu rostro... Te golpearon demasiado fuerte... — Susurró apenado.

— eso ya no importa ahora. Keiser y Senyun respiran pero aún me preocupan...

Me senté al lado de Sunghoon mientras seguía presionando la herida con fuerza hasta ver cómo su cabeza se apoyaba en mi pierna.

— Sunghoon... No te muevas porfavor.

— Recuerdas cuando nos conocimos...

— No saques eso ahora... — contesté empezando a llorar de la frustración de sentirme inútil y culpable.

— me diste ese sándwich delicioso, ah... Hace tiempo no pruebo uno así.

— detente Sunghoon... — Susurré con la voz temblorosa.

— Keiser, tienes que cuidarlo, Senyun... Debes apoyarlo..

— Sunghoon. — Susurré mientras hacia presión con las manos temblorosas.

— Si es un varón, llámalo Suk. Me gusta ese nombre, siempre lo hizo. — Susurró Sunghoon.

— Aún ni siquiera sé si estoy embarazada... Porfavor, deja de ser así. Saldrás de esta y te mejoraras, lo prometo.

Sunghoon cerró sus ojos dejando de contestar a mi comentario y empecé a llorar mientras lo llamaba.

— ¡Sunghoon! — grité moviendo con cuidado su rostro.

Al no recibir ningún movimiento, levanté mi cabeza y empecé a hiperventilar.

Mis ojos se habían fijado en un punto sin interés, mis manos seguían presionando su herida con aquel temblor y las lágrimas no dejaban de caer en la remera de Sunghoon.

No estoy respirando bien...

Intenté tomar una larga respiración pero fue inútil, no era capaz de calmarme a mi misma.

Estoy entrando en pánico...

— Tn.

— Tn cálmate...

— Tn, ¿Me escuchas?

Bajé la cabeza asustada y miré a Sunghoon el cual mantenía sus ojos abiertos con una apariencia palida.

Ya perdió demasiada sangre.

El trapo ya derrama su misma sangre.

— necesitas calmarte. — Murmuró pasando su mano por la mejilla de Tn.

— no puedo, no quiero perderte. — Susurré aterrorizada.

— tienes que calmarte, ¿Me prometes que no entrarás en pánico? Tienes que esperar por la ayuda.

— tu necesitas ayuda Sunghoon... — respondí entre pausas.

— Yo ya estoy bien.

— No lo estás.

— Sabes que te amo mucho.

— No Sunghoon... No vuelvas con eso.

— es que... No miento. — Susurró sonriendo mientras una lágrima escapaba de su ojo derecho.

Sunghoon dejó de presionar su herida de un segundo a otro y lo miré asustada.

— Presiona la herida, dolerá si no lo haces. — contesté preocupada.

— Es que ya no duele. — Susurró en un hilo de voz.

Sunghoon pasó su dedo con sangre por mi mejilla y la acarició una vez más.

— No te rindas, tienes muchas cosas que hacer. Tu lo dijiste, tienes que terminar de cumplir tu sueño. — respondí completamente devastada.

— Ya cumplí lo que quería...

Sunghoon esbozó una débil sonrisa que se esfumó con los segundos acompañado de su último respiro.

Sus ojos se mantenían abiertos mirando un punto perdido mientras que su mano ensangrentada se deslizaba lentamente hacia el suelo.

Keiser estaba en el suelo con su cuerpo completamente tenso sin dar movimientos más que la espuma blanca que lentamente se había desvanecido.

Senyun estaba tirado boca abajo con un hilo blanco saliendo de sus labios.

Vidrios, madera, sangre y pólvora había en el suelo pero lo único que había dentro de aquella casa eran dos cosas.

La perdida de la esperanza.
La muerte de Sunghoon en los brazos de Tn.

Tn tuvo esperanza en el inicio pero la perdió en el final.

Todos pierden la esperanza al final.

NOTA 738 PALABRAS

aún hay más.

𝐹𝑂𝑅𝐺𝐸𝑇 𝑀𝐸 𝑁𝑂𝑇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora