Capítulo 7

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Jamie se despertó a la mañana siguiente, tarde. La luz que se filtraba por la ventana de la habitación lo hizo girarse y bostezar pesadamente. Se estiró, parpadeando cuando lo primero que observó, fue la hora marcada en el reloj.

No le gustaba levantarse tan tarde y era casi medio día. Pero claro, había preferido quedarse despierto hasta tarde la noche anterior, escuchando a Jack hablar sobre su pasado.

Lo valía.

Se incorporó, pasando las piernas por el borde de la cama y sentándose en la orilla. La habitación estaba fría, lo que significaba que todo el apartamento también lo estaba. Era seguro que Jack había dejado abierta la ventana durante un rato en algún momento de la mañana. Estremeciéndose cuando el aire frío tocó su carne desnuda.

—Espero que todavía siga aquí —Murmuró Jaime, levantándose de la cama mientras caminaba hacia la puerta y tomaba la bata del armario; esperaba que eso lo ayudará a mantener el calor.

Cuando llegó a la sala de estar, para su alivio, vio que Jack seguía ahí, intentando usar su computadora con los guantes que lo hacía usar.

Habían descubierto por las malas que Jack era capaz de, literalmente, congelar una computadora.

Mínimamente había tenido el lindo gesto de recordar cerrar la ventana cuando regresó está mañana.

—¿Saliste? —Preguntó Jamie, tapándose la boca mientras bostezaba antes de envolverse más en su bata; inmediatamente se sintió tonto por hacer una pregunta tan obvia.

—Es invierno —Jack continuó presionando lentamente, tecla por tecla del teclado como un abuelo anticuado —Aun tengo trabajo que hacer, pero, te traje el desayuno cuando venía de regreso —Señaló por encima de su hombro, la caja cuadrada de donas colocada en la silla detrás de él.

Jaime sonrió.

—¿Ahora piensas comenzar cortejarme? —Preguntó, entrando a la cocina y sirviéndose un vaso de leche antes de dejarse caer en la silla y comenzar a comerse las donas.

Jack resopló, levantando una mano en un gesto grosero.

—No lo creo —Dijo, sin mirar mientras Jamie se reía de él —Mejor dime ¿Cómo se escribe continental?

—C.O.N.T.I.N.E.N.T.A.L. ¿Por qué? —Tomó un trago de leche para pasar su bocado de dona.

—Solo estoy buscando algo, es todo.

—Pero dime, ¿Cuál fue la pobre desafortunada que terminó congelada esta mañana?

Jack hizo una pausa, se giró, frunciendo el ceño, ofendido.

—¿Disculpa?, ¿Desafortunada?

—La vista de uno cambia cuando te haces mayor. Para los niños que salen de la escuela y encuentran todo el suelo tapizado de nieve, claro que es una bendición. El infortunio nos llega a quienes queremos conducir tranquilamente sin el temor de que el auto derrape en una calle congelada. —Dijo Jamie, mordiendo la dona de nuevo.

—¡Sigue siendo divertido! —Corrigió rápidamente —Sigue siendo divertido —Jack regresó su atención a la computadora, sacudiendo la cabeza mientras sonreía —. Bueno, cuando descubras una forma de congelar una ciudad sin las carreteras, te aviso. Y respondiendo a tu pregunta, solo fueron Toledo y Oxford, en Ohio.

—Pues, sí que suena divertido.

—Si... Incluso hubo algunas peleas de nieve en el campus de Oxfort esta mañana, bueno, con la diferencia de horario, fue más bien, anoche.

Jamie dejó la caja a un lado y se levantó, agarró el cuaderno de anoche y ojeó las páginas en silencio, Jack seguía escribiendo lentamente en el teclado murmurando cosas para sí mismo.

Frostbitten || JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora