Capítulo 10

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Ambos permanecieron en silencio, cada uno envuelto en sus propios pensamientos, ideas y recuerdos mientras comían el almuerzo. Jamie observó cómo Jack tomaba su sándwich, lo mojaba una y otra vez en una taza de sopa, perdiéndose cada vez más en el recuerdo.

—Esto es difícil para ti, ¿no?

Jack miró, sorprendido por la pregunta antes de relajarse en su asiento y asentir.

—Sí, sí lo es —Dijo en voz baja.

Jamie le dedicó una sonrisa.

—Con todo lo que me has contado hasta ahora, sigue pareciéndome algo tan increíble de creer.

Jack sonrió.

—Y prácticamente, te he contado nada en realidad.

El silencio cayó sobre el ambiente nuevamente, Jamie estaba considerando sus palabras cuidadosamente.

—Entonces... ¿Qué pasó después? Después de que te le propusiste, de una manera sumamente épica, debo agregar.

Jack se rió, llevando una de sus manos a su cabeza y frotarse el cuero cabelludo mientras cerraba sus ojos, rememorando los eventos en su mente.

—Regresamos a Arendelle. Apenas llegamos, Elsa fue a ver inmediatamente a su hermana. Eso fue algo verdaderamente digno de ver; Digo, encontrarte a dos mujeres adultas, corriendo por toda una habitación y saltando sobre las camas entre chillidos, gritos de alegría y balbuceos en algún tipo de... —Movió su mano, buscando la palabra correcta —Idioma, si podemos llamarlo como tal.

—¿No habías dicho que conocías "Todos" los idiomas del mundo? —Dijo Jamie, sonriendo —Te veías bastante orgulloso presumiendo de eso hace unas horas.

Jack abrió un ojo y miró a Jamie.

—Eso no era un idioma. Era algún tipo de código femenino super complejo, que ningún hombre, aun en estos tiempos, hubiera podido descifrar —Dijo Jack con seriedad y cerró el ojo de nuevo —Pero mientras ellas... celebraban, supongo que ese es el término correcto. Yo estaba hablando con Kristoff.

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Jack y Kristoff estaban de pie junto al marco de la puerta, observando como ese par de hermanas no hacían nada más que irradiar vigor y alegría mientras saltaban por la habitación y tomaban pequeñas pausas para contemplar el nuevo anillo que Elsa lucía con tanto júbilo.

—Entonces, ¿cuándo planean hacer todo esto? —Kristoff le preguntó en voz baja, con sus ojos siguiendo los brincos de su esposa.

—Probablemente cuando el hechizo de Pabbie comience a hacer efecto en un par de semanas, eso sí podemos tener todo listo a tiempo —Respondió Jack.

Elsa y Jack les habían contado sobre su viaje al claro de los Trolls y el amuleto que Jack había recibido, sólo hasta entonces, fue que Elsa les reveló aquel anillo de hielo, brillando en el dedo anular de su mano izquierda. Ese había sido el desencadenante de la celebración tan frenética que se llevaba a cabo en la habitación de al lado.

—¿Y piensan hacerlo público?

—No veo por qué no. Esto lo hago por Elsa, si ella decide hacerlo públicamente o no, realmente no me importa.

Kristoff se encogió de hombros y asintió.

—Supongo que tienes razón. Sin embargo, podría ser algo extraño que todos puedan verte de la noche a la mañana. En nuestra boda, fue bastante raro ser el centro de atención, antes de eso, siempre había pasado desapercibido, pero a Anna, a Anna le encantó serlo. Supongo que ellas ven y sienten ese día de una manera totalmente diferente.

Frostbitten || JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora