Capítulo 12

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Él la miró fijamente, inmóvil. No se atrevía a respirar, ni siquiera estaba del todo seguro de haberla escuchado correctamente.

Ella lo observó atentamente, a la vez que Anna se acercaba con cuidado para tomarlo del brazo.

—No tienes de qué preocuparte Jack. Kristoff también tenía la misma cara de atónito cuando se lo dije por primera vez —Dijo Anna con simpatía, palmeando el hombro de Jack.

Lentamente, Jack fue regresando a sus sentidos, mirando a Anna con una extraña sonrisa extendiéndose por su rostro. Girándose, se dejó caer con fuerza sobre el borde de la cama al lado de Elsa.

Para Anna, ese fue su límite; no tuvo pena alguna en reírse, mirando a su hermana y cuñado sentados sobre el colchón.

—Bueno, ya que no hay crisis —Dirigiéndose hacia la puerta —, lo mejor será que me vaya y los deje solos.

Elsa alzó una mano para despedir a su hermana mientras cerraba la puerta detrás de ella, siendo el sonido del pestillo el único ruido que sobresaltó en esa habitación sumida en el silencio al mismo tiempo que miraba a Jack sentado estupefacto a su lado.

—¿Estás bien? —Le preguntó en voz baja, extendiendo su mano para posarla sobre la de él.

Paulatinamente, se giró para mirarla; llevándose la mano a los labios, depositando en ella un casto beso.

—Sí, estoy bien. ¡Estoy genial! Solo estoy... sorprendido, eso es todo.

Ella sonrió, avanzando sobre sus rodillas hasta reposar su cabeza en su hombro. Haciendo que él la tomara del brazo, acercándola más a él y besar su frente.

—Yo también estaba bastante sorprendida —Admitió ella.

—¿Hace cuánto que lo sabes?

—No hace mucho. No tuve mi último periodo, así que Anna y yo comenzamos a sospechar, pero no lo supe con certeza hasta esta mañana.

Se rio suavemente.

—Me diste un susto de muerte cuando saliste volando de la cama de esa manera.

Ella se rio.

—Espero que no sea así todas las mañanas —Dijo, frotándose el estómago —O terminaré cansándome antes de tiempo.

—Ese amuleto resultó ser más poderoso de lo que imaginamos. Me pregunto qué tanto debió haberle Pabbie para que el funcionara así de bien.

—No puedo decir que es algo que me importe —Admitió.

—Bueno, en eso estamos de acuerdo. Pero míranos, ahora tienes un heredero al trono.

Ella inclinó la cabeza hacia él, sonriéndole.

—Sí, Jack. Pero lo que es más importante, tenemos un hijo, Juntos. Y eso es y será lo más maravilloso del mundo.

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—Espera un minuto. Déjame ver si escuché bien lo que me acabas de decir —Dijo Jamie, sentándose en el borde de su silla —¡¿Tuviste un hijo?!

Jack sonrió, asintiendo.

—Así es.

—¿Fue niño? ¿Niña? ¿Gemelos? —Jamie preguntó con curiosidad —Anna tuvo gemelos primero, ¿Elsa también tuvo gemelos?

Jack levantó una ceja.

—¿Vas a dejarme continuar la historia o no?

Jamie gimió, dejándose caer sobre el respaldo de su silla.

Frostbitten || JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora