Capítulo 13

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—¿Henrik? —Jamie preguntó, mirándolo con una sonrisa en el rostro.

Jack no exvoto sonreír ante los agradables recuerdos, la alegría de recordar aquel sentimiento a la hora de tener entre sus brazos a su esposa y a su hijo recién nacido.

—Si, Henrik —Dijo él —Ella dijo que era un apellido, pero como el príncipe heredero, su nombre formal se componía de cuatro nombres más. Para nosotros casi siempre era solo Henrik o Henry.

—¿Él tenía poderes de hielo, como tú y Elsa?

Jack asintió, todavía sonriendo.

—Sí los tenía. Sus poderes eran similares a los de Elsa, lo cual tenía sentido; Ella nació con los suyos, mientras que los míos, bueno, a mí me los dieron. Y Elsa, ella estaba encantada con el hecho de ser madre , decidida a asegurarse de que su infancia no fuera como la suya. Tendría a sus primos con quienes jugar, lo llevaría a pasear a distintos lugares y explorar el mundo, no lo mantendrá encerrado en su habitación, solo y aterrorizado por el mundo como ella lo había estado. Siempre estaba ahí para ayudarlo cuando apenas comenzaba a aprender a usar su magia, bueno, ambos lo estábamos.

—¿No tuviste otros hijos?

Jack se rio y sacudió la cabeza.

—No, solo Henrik y él fue más que suficiente para nosotros. Pronto sabrás de lo que te digo.

—Entonces, ¿Cómo era? Tenían niñeras en ese entonces, ¿verdad?

Jack asintió.

—Si, nosotros las llamábamos Nodrizas en aquellos ayeres. La que ayudó a Elsa fue una jovencita de apenas 16 años, cuyo bebé había muerto al nacer; así suele ser para la gente rica y Elsa no tenía muchas opciones, ya que ella era la reina. Quiero decir —Intentó enmendar sus palabras —, si ella hubiera podido hacer todo sola, estoy seguro de que lo habría hecho. Pero no contábamos con extractores de leche ni fórmula como ahora. Los pañales de tela que usábamos tampoco aguantaban mucho, así que costaba mucho criar a un bebé. Incluso la gente común tenía gente que los apoyaba, era raro saber de alguien que cuidara de un bebe completamente solo.

—¿Y tú? ¿Ayudaste?

Jack sonrió.

—¡Oh, por supuesto que lo hice! Lo hice cada vez que pude, y me encantó.

&

Dando vueltas en el aire caliente de verano fuera de palacio, Jack no borraba la sonrisa de su rostro mientras Henrik chillaba de alegría por el torbellino de copos de nieve que giraban a su alrededor. Jack comenzó a parar lentamente, llevándolos nuevamente de regreso a su hogar.

Durante su viaje, no tan largo de regreso, observaron el flujo constante de personas que venían de las áreas periféricas y los barcos que seguían llegando al puerto. Esta noche era la celebración por el cumpleaños de Henrik, el que acabara de cumplir cuatro años en medio de estos meses sofocantes y calurosos ciertamente era algo para celebrar.

Jack pensaba que Elsa estaba más emocionada por esta celebración que su propio hijo, pero no estaba dispuesto a refutar lo contrario.

Le sonrió al niño aplaudía y sonreía mostrando los dientes en su brazo. El infante rotó sus pequeñas manitas, para que al separarlas, vieran un pequeño copo de nieve caer antes de que un chillido de alegría se escapara de su boca y observara a Jack con una mezcla de emoción y satisfacción.

—¡Mira! ¡Hice nieve, papá!

Jack lo abrazó, dejando un beso en su sien.

—Buen trabajo.

Frostbitten || JelsaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora