Fin del juego [Completa] +18

♟️24 : una sorpresa para nada agradable ♟️

Isabella Victoria Morgan

Una punzada en mi costillas aparecieron, entonces en ese mismo instante abrí los ojos sentandome rápidamente, me encontré con el hombre que me había hablado ayer.

-Tienes visitas

-No quiero ver a nadie - contesto rodando los ojos

-Aqui no vienes a mandar a nadie, muñeca - me tira el cabello hacia atrás haciendo que el pelo cabelludo empieze a doler - así que calla esa boquita preciosa que tenés y espera a que tú visitante venga - me suelta yéndose a la puerta, antes de cerrar escucho su voz devuelta - estaré fuera si me necesita

-De acuerdo - el recuerdo de esa voz vuelve a pegar tan fuerte en mi pecho que empieza a mi corazón latir fuertemente - ¡Sorpresa! - dice Charly entrando a la habitación oscura - tanto tiempo y aquí estamos, viéndonos cara a cara

No era una sorpresa para nada agradable, lo odiaba con toda mi vida. Tampoco hablé cuando dijo esas palabras

-¿No hablaras? - hace un chasquido con la lengua mientras que se acerca a mi con la silla en mano - Si te digo que mate a tus hijos ¿Hablaras?

-Ni se te ocurra maldito

-Pues ya se me ocurrió - se alza de hombros - estaban tan bien, jugando en la casa de tu suegra hasta que dos disparos por parte de mis hombres pegaron en esas criaturas

Suelto un grito desgarrador que hace que sienta gusto a sangre, lo miro con odió y con los ojos llorosos por escucharlo decir eso.

-Mate a tus hijos, fui a por ti y ahora buscaré a Alexander. No quedará nada de ustedes

-¿Por qué haces esto? - mi voz sale furiosa - ya usaste a Alexander y ahora quieres seguir con lo mismo, eres un psicópata de mierda

-Negativo. Soy mafioso querida - me sonríe como un psicópata, que es lo que es, y apoya sus codos en sus rodillas acercándose más a mí - lo usé a Alex y ahora usaré a su debilidad, y esa eres tú. A tus hijos ya los mate así que ni me preocupo por ellos, pero ahora es tu turno de sufrir

Trago saliva recordando todos los momentos con mis hijos, Sarah llorando, riendo, corriendo al igual que Damon quien me contaba de lo que le gustaba, lo que pintaba y hacia que me guarde cada dibujó en el cajón de la mesita de luz. Me los habían quitado y yo ya no podía hacer nada

-¿Que me harán? - ya no tengo fuerzas para nada, dos veces me pegaron más el choque, pero no tengo fuerzas ya no quiero seguir viviendo si mis hijos no están aquí conmigo

-De todo - se levanta de la silla mirándome - vas a sufrir como no tienes ni puta idea, un mafioso es capaz de recurrir a miles de ideas para hacer sufrir a una persona que no vale estar viva

-Bien - susurro dejando que mi mirada baje a mi cuello dónde se seguía encontrando el collar, apúrate porfavor -¿Cuántos días pasaron?

-Solo un día - se alza de hombros - vendré más tarde con unos de mis hombres para que te hagan sufrir Victoria

Esto era un infierno, quería ser salvada ya