5. 1 de Septiembre, viernes: Reunión Anticipada

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Nota de Hasu: Hola, Aster fue muy amable de dejarme ayudar con esta obra, desde este capítulo en adelante las traducciones las hare yo únicamente en AO3, Aster copiara la traducción para wattpad, ya que no me agrada esa plataforma.
Sin más que disfrutéis el capítulo.


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El grupo corrió a través de la estación, probablemente siendo una vista extraña para los demás pasajeros, por el aspecto anticuado de Tonks y el perro oscuro que caminaba junto a ellos. Sirius parecía muy feliz de estar fuera de la casa, moviendo la cola y ladrando a los transeúntes. Una vez que cruzaron la pared hacia la plataforma, la atención de Harry dejó al grupo por completo. Incluso si la estación no podía estar más llena que todos los años, Harry sintió que estaba demasiada concurrida. Cuando Lupin, Moody y el resto de los Weasley se unieron, aún no había encontrado a Draco.

"No debería haber venido el perro", gruñó Moody.

Hubo un ladrido en respuesta y algunas personas en la estación giraron sus cabezas hacia el extraño grupo, dejando que Harry por fin pudiera ver a través de la multitud. Draco estaba junto a sus padres. Harry no podía ver muy bien la cara de Narcissa desde ese ángulo, pero podía ver perfectamente a Lucius y Draco y el parecido era, una vez más, sorprendente. Se habían vuelto hacia el grupo y Harry vio que los ojos de Draco lo reconocían, la familiar suavidad de los bordes y la breve sonrisa que dejó a Harry sin pensar.

El rubio pareció recordar a sus padres porque sus ojos viajaron de regreso a Lucius rápidamente. Pero el hombre seguía mirando al grupo, arqueando ligeramente las cejas antes de inclinarse hacia su hijo y susurrarle algo. Draco parpadeó, mirándolos dos veces y respondiendo algo.

"Potter," siseó una voz y la atención de Harry fue devuelta al grupo. Moody lo estaba estudiando, siguiendo la anterior línea de visión de Harry y frunciendo el ceño.

"¿Es la trampa pegajosa¹?" preguntó George.

"Por supuesto que lo es", respondió Fred. "Mira a Harry, ha sido atrapado como una mosca".

"Deja de llamarlo así" , murmuró Harry, sintiendo que su rostro se sonrojaba. Una cola se movió a su lado y miró a Sirius. ¿Cómo podría un perro parecer reírse? "Cállate."

Sirius hizo ademán de ladrar de nuevo y Lupin le envió una mirada de advertencia. "No llames más la atención, no estoy seguro de que se permitan perros aquí en primer lugar".

"Probablemente no los permitan" murmuró Ron.

El silbato de aviso del tren sonó, haciendo que el resto de los estudiantes en la plataforma se apresuraran a subir al tren.

"¡Ya se va!" chilló la señora Weasley. "¡Rápido, rápido!" Les dio abrazos a todos mientras les decía que escribieran y se portaran bien. Sirius saltó, colocó sus patas delanteras sobre los hombros de Harry y se vio demasiado serio para un perro por un breve momento antes de que la señora Weasley empujara a Harry hacia el tren.

A medida que avanzaban, vieron a Sirius correr por la plataforma, para diversión de los padres que aún se encontraban.

Una vez que doblaron una esquina y la estación desapareció, Fred y George se excusaron, al igual que Ron y Hermione.

"No tenemos que quedarnos allí todo el viaje", aseguró Hermione antes de irse al vagón de los prefectos.

Era vagamente molesto y Harry volvió a sentir esa punzada de envidia antes de descartarla. Despidió a sus amigos y caminó en la dirección opuesta con Ginny para buscar un compartimiento, con la esperanza de encontrar a Draco rápidamente.

Donde Draco intenta que le guste la familia de Harry y a nadie le gusta UmbridgeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora