El domingo, Harry pasó el día siguiendo a Draco por la biblioteca. El rubio había resultado ser bastante estudioso, tal vez tanto como Hermione, y quería adelantarse antes de que comenzaran las clases.
“Mi padre no espera nada más que lo mejor” explicó Draco, y Harry recordó una vez más el sorprendente parecido.
‘Pero Draco se ve muy diferente, de algún modo’, pensó Harry, mirándolo mientras ojeaba un libro. Apoyó la cabeza en una mano y estudió a su novio, ya que no tenía muchas oportunidades para hacerlo. Sus ojos recorrieron el rostro del rubio, desde las cejas pálidas hasta los ojos plateados concentrados y las facciones refinadas, luego siguiendo la línea de la mandíbula afilada hasta la mejilla y descubriendo pequeñas pecas. Comenzaban justo por una oreja y descendían hacia el cuello, como estrellas oscuras sobre la piel pálida, por lo demás impecable. Harry las encontró fascinantes.
“¿Qué estás mirando?” cuestionó Draco, atrayendo la atención de Harry de vuelta a sus ojos, ahora enfocados en él.
“A ti”, dijo Harry, y luego comenzó a tocar las pecas. “Me gustan éstas.”
Draco parpadeó hacia él, su cara se sonrojó. “¿Qué?”
“Las pecas”, explicó Harry, retirando su mano. “Me gustan.”
“Oh”, dijo Draco, estirando la mano para tocarlas. Después de una pausa, el rubio se aclaró la garganta. “Gracias, Harry”.
Harry sonrió ante el tono formal. “De nada, Draco”.
Volvió a observar al rubio mientras estudiaba, notando que el rubor no había desaparecido, y se durmió después de un rato, despertándose con dedos pasando distraídamente por su cabello mientras su dueño leía sobre encantamientos en voz baja.
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El lunes finalmente llegó y Harry se encontró de buen humor. Se sentía bien descansado después de una larga noche de soñar con constelaciones y palabras dulces. Seamus salió de la habitación antes de que Harry se levantara de la cama como de costumbre, ya que lo había estado evitando después de su discusión, pero eso no agrió su humor. Tampoco la forma en que otros estudiantes parecían abrirle camino mientras caminaba por los pasillos hacia el Gran Comedor.
“Historia de la Magia, doble de Pociones, Adivinación, Defensa doble”, leyó Ron mientras desayunaban. “Binns, Snape, Trelawney y Umbridge en un día. Qué buena forma de empezar”.
“Lo es”, dijo Harry.
¿Por qué la cara larga, hermanito? Dijo Fred, sentándose a su lado.
“Sí, ¿qué pasa, Ronnie?” dijo George, sentándose al lado de Harry.
Ron les mostró el horario de clases. “Compruébalo por ti mismo”.
”Mierda”, dijo Fred con simpatía, antes de sonreírles. “Pero ahora veo por qué Harry se ve tan tonto”.
George le dio un pequeño empujón a Harry. “De repente compartir clases con Slytherins no es tan malo, ¿verdad?”
“Cállate”, dijo Harry, apartando la mano de su hombro.
“No te hagas el tonto, enamorado, tienes los exámenes este año”, dijo Fred.
George asintió. “Oh sí. Cosas terribles, los TIMOs¹.” Sacudió la cabeza con gravedad. “La mitad de nuestro año tuvieron colapsos mentales”.
“Desmayos, lágrimas, rabietas…” continuó Fred. A continuación, chasqueó los dedos y sonrió. “Por eso es posible que le interesen nuestros Surtidos Saltaclases²”.
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Donde Draco intenta que le guste la familia de Harry y a nadie le gusta Umbridge
Fanfiction"Es Draco", dijo Harry. "Eh, Draco Malfoy". Los ojos de Ginny se abrieron cómicamente, mientras que sus padres, Sirius y Lupin solo miraban fijamente a Harry, sin decir nada. Entonces Sirius rompió a reír. "Oh, me pillaste por un segundo", dijo, lim...