Había pasado exactamente una semana desde la publicación del artículo en el quisquilloso la mañana siguiente a su victoria contra Hufflepuff. Un ejemplar de la revista había llegado a manos de Harry junto con numerosas cartas que iban desde llamarle loco hasta expresarle su máximo apoyo. Saber que había más gente que le creía le hacía sentir realmente bien, pero Harry tenía que admitir que lo que realmente le había alegrado la semana había sido ver a Umbridge yendo por los pasillos, con cara de irritada y chasqueando a la gente que hablaba del artículo.
Por supuesto, la mujer había dado lo mejor de sí para vengarse de Harry. McGonagall había tenido que discutir en voz alta con la mujer para impedir que le prohibiera jugar al quidditch, además de recibir una semana de castigo y, quizá lo peor de todo, la prohibición de ir a Hogsmeade en el futuro.
"Ahí va nuestro viaje a Honeydukes", había murmurado Draco más tarde aquel mismo día, mirando con amargura el filtro de confusión que rebosaba en su caldero. Harry tendría que darle las gracias a Snape por aprobar el examen de Umbridge, porque Pociones era realmente la única clase en la que podía sentarse con Draco. Hagrid seguía siendo examinado, Defensa era un claro no, y Slytherin y Gryffindor no compartían nada más.
La única queja que tenía Harry era el propio Snape, que no dejaba de mirarlos como ofendido cada vez que pasaba junto a su mesa. Sin embargo, el hombre no le había dicho nada a Draco, aparte de consejos útiles sobre cualquier poción que estuvieran preparando. Lo cual era algo que definitivamente no hacía con los Gryffindors.
"Iremos el año que viene", había prometido Harry, sin poder reprimir una sonrisa. El contraste entre los modales altivos de Draco y él haciendo pucheros por los planes arruinados era entrañable.
Draco había enarcado una ceja. "Si no te estás peleando con el profesor de Defensa de ese año", había dicho, dejando caer las hojas de levístico en su caldero.
A medida que pasaba la semana, parecía que todo el mundo en el castillo había leído el artículo en contra de los deseos de Umbridge. Un gran número de personas seguían importunando a Harry, Ron o Hermione con preguntas sobre el Cementerio, lo que se volvió molesto muy rápido. Los miembros del ED le habían felicitado, algunos como Cho dándole llorosas muestras de apoyo y otros como Dean haciéndolo con emocionadas palmadas en la espalda.
Los miembros de Slytherin no habían hecho lo mismo. No exactamente. Parkinson se había mostrado extasiada al respecto, diciéndole a Harry que el quisquilloso nunca había vendido tanto y Luna estaba encantada, Zabini había soltado una risita y le había dicho a Harry que era bastante escurridizo para ser un Gryffindor y Crabbe y Goyle habían confesado no haber leído el artículo. "Pero yo sí leí el de los Snorkacks de cuernos arrugados", había dicho Goyle, pareciendo orgulloso de sí mismo y recibiendo una amplia sonrisa de Luna.
Quizás el único Slytherin descontento con el artículo era Theodore Nott. Harry no había quitado el nombre de su padre de su testimonio, y aunque lo hubiera hecho debido a que no eran amigos, no negaría sentirse satisfecho por su irritación. Ron había sugerido que había cambiado de un rival de Slytherin a otro y Harry lo había empujado del sofá. Lo único que le importaba de Nott era que, de alguna manera, había hecho que Draco se sintiera atribulado, lo cual era más que suficiente para que le cayera mal, él no era un rival y definitivamente no era lo que Draco había sido.
Pero Nott no estaba solo en su oscuro estado de ánimo. Hermione también parecía profundamente descontenta con cómo había salido el artículo, a pesar de su éxito, pues seguía dándole respuestas secas a Harry y frunciéndole el ceño cada vez que tenía ocasión. Cuando había hablado de eso con Draco, el rubio había suspirado y le había dicho que ya se le pasaría, y luego no habían vuelto a hablar del artículo, ni de nada parecido. Así que Draco no había comentado el enfado de Nott y Harry tampoco había mencionado la información recién adquirida en sueños de que su padre había lanzado un Imperius a un empleado del Ministerio.
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Donde Draco intenta que le guste la familia de Harry y a nadie le gusta Umbridge
Hayran Kurgu"Es Draco", dijo Harry. "Eh, Draco Malfoy". Los ojos de Ginny se abrieron cómicamente, mientras que sus padres, Sirius y Lupin solo miraban fijamente a Harry, sin decir nada. Entonces Sirius rompió a reír. "Oh, me pillaste por un segundo", dijo, lim...