Donde Draco intenta que le guste la familia de Harry y a nadie le gusta Umbridge

22. 2 de Abril, martes: Ya sabes lo que dicen...

A pesar de haber estado al tanto del cronograma durante meses, los ojos de Hermione aún brillaban cuando llegó abril y su entusiasmo se había extendido rápidamente entre el resto del ED cuando Harry les hizo saber lo que aprenderían después de terminar con Levicorpus.

Y ahora estaban aquí y ni siquiera Harry pudo ocultar su asombro cuando los primeros animales de color blanco plateado salieron de sus varitas y corrieron alrededor de la Sala de los Menesteres. "¡Excelente, Cho!" exclamó Harry mientras pasaba junto a la Ravenclaw. La niña le sonrió mientras Cedric la envolvía en un abrazo, cuyo propio Patronus de tejón caminaba junto a su cisne.

Quizás por primera vez en el año, todos los miembros de la clase parecían haber captado el truco del hechizo al mismo ritmo. Una voz que sonaba como la de Lupin le dijo a Harry que había una gran diferencia entre convocar a un Patronus frente al peligro y hacerlo en un lugar seguro. Sería necesario encontrar algo con lo que practicar y Harry dudaba que la Sala de los Menesteres pudiera proporcionarles un dementor o un boggart. Tendría que encontrar uno y capturarlo, pero por ahora, apartó esos pensamientos y disfrutó del espectáculo.

En una esquina de la habitación, Parkinson compartía una amplia sonrisa con Luna, su urraca blanca volaba junto a la liebre saltando con su amiga. Un par extraño, pero de alguna manera apropiado.

Seamus le dio una sonrisa al pasar. Se había disculpado con Harry después de que Dean publicara el artículo y lo presentara en la próxima reunión, para consternación total de Parkinson. Se había sorprendido un poco al encontrar a los Slytherin allí, y se sorprendió aún más cuando Dean le dijo por qué estaban allí. Su Patronus zorro fue perseguido por un bulldog, bastante similar al de la tía Marge, que había salido de la varita de un divertido Goyle. El Slytherin recibió un puñetazo en el brazo por parte de Crabbe, cuya hiena se había acostumbrado a caminar lentamente encorvada. Si Patronus pudiera producir sonidos, Harry estaba seguro de que se estaría riendo.

Harry estaba ayudando a Dennis con la pronunciación del hechizo cuando un grito ahogado se rompió entre el ruido de la habitación. Se volvió alarmado, pero rápidamente se dio cuenta de que el grito ahogado colectivo había sido de asombro. "¡Es hermoso!" exclamó Lavender, sus manos agarradas con júbilo. Sus palabras fueron seguidas con sonidos de acuerdo, mientras todos dejaban de hablar y miraban al Patronus recién lanzado.

Era uno de los más grandes de la clase, rivalizando con el ciervo de Harry y el caballo de Ginny, y elegante de una manera que recordaba a su dueño. Con un cuerpo alargado y cuatro patas fuertes, el leopardo blanco se paseaba de manera majestuosa, haciendo un amplio círculo alrededor de un aparentemente indiferente Zabini.

"Por supuesto," resopló Ron, no sin un rastro de humor exasperado. "Por supuesto que no podría tener algo como un gato o un sapo. Malditos Slytherins".

"Los celos son algo feo", dijo Hermione, sonriendo a su nutria antes de que se alejara flotando, perseguida por el terrier de Ron. "Me pregunto qué significan los animales", reflexionó, ahora mirando a Harry con curiosidad. "Se supone que es una representación de un aspecto oculto de nosotros mismos, algo que tal vez no sepamos pero que nos convierte en nosotros".

Ron tarareó. “¿Entonces te gusta nadar y qué, Zabini es un gato sobrevalorado?” Resopló con humor y miró a Harry. Por cierto, ¿qué consiguió Malfoy?

"Eso es privado", dijo Harry.

"Oh, es un hurón". Los ojos de Ron se abrieron divertidos y juntó las manos. “Por favor, dime que es un hurón, tiene que serlo”.

Harry entrecerró los ojos. "No lo es, y eso no es divertido", dijo con severidad.

"Algo así es", dijo Ron, y luego puso los ojos en blanco cuando Harry lo miró. "Bien, eres tan aburrido-"