Mis ojos se abrieron súbitamente al escuchar varios toques consecutivos a mi puerta, estaba realmente extrañado por la visita mañanera que había venido a despertarme.
Era fin de semana, y realmente me daba pereza tener que despertar a horas tan tempranas, a pesar de que no me resultó justo hice todo lo posible para obligar a mis brazos a levantar las cobijas, y a mis piernas a caer sobre el suelo.
━Ya voy ━dije cuando la insistencia de esos toques se hizo más demandante.
En mi mente no cabía la expectativa de quién podría ser, no tenía ninguna deuda que pagar, algún conocido que necesitara algo, de haber sido así cualquiera me habría llamado antes de hacer tal aparición.
Hice las cosas rápido y con descuido, me puse un suéter más grueso arriba del que ya tenía puesto, tenía entendido, por el pronóstico del televisor que hoy se trataría de un día helado, como ya se había hecho costumbre en esta parte del invierno, a veces es hasta preocupante.
Abrí la puerta rápidamente tratando deshacerme de la temible ensoñación que todavía me consumía, sin embargo traté de no verme tan abatido y aterrizar, por las tonalidades azuladas y oscuras deduje que debían ser las seis o siete de la madrugada.
Frente a mí encontré una señora que ya había visto varias veces en la entrada de mi casa, mi vecina, una viejecita que vivía con su agradable hija a unas dos casas de la mía, era una mujer tranquila y buena, hace mucho que no se pasaba por mi casa, me resultó raro, conociéndola nunca podría tenerla ahí a tales horas, pero eso no fue lo más raro de todo, me di cuenta de que Mochi no había hecho ningún tipo de escándalo, siempre ladraba si alguien entraba a nuestra casa, me pregunto por qué esta vez era distinto.
━Buenos días señora Miller, ¿puedo ayudarla en algo? ━traté de ser amable aunque el tono de mi voz me estuviera delatado, y mi cara, por supuesto, no quería ni imaginar el tipo de expresión que tenía en esos momentos.
No podría esconder que estaba muy cansado y sobre todo preocupado, por mi perro, ¿por qué demonios no lo veía por ningún lado?
━Buenos días ━dijo con su típico tono de voz tembloroso, propio de las personas de la tercera edad, enfocándome con sus curiosos anteojos circulares━. Necesito que vengas pronto, es urgente.
Me quedé un poco sacado de mi zona al escuchar que tenía un problema que debía ser atendido con la mayor brevedad posible, aunque bueno, tratándose de la señora Miller podía esperar cualquier cosa, se había hecho una costumbre saludarla cuando congeniábamos en la hora de regar las plantas, o cuando llegaba por las tardes a pedirnos un poco de azúcar, y después de unos minutos nos invitaba a mí y a Itachi a comer los pasteles que ella preparaba, pero a juzgar por las circunstancias, el clima, por ejemplo, yo diría que no se trataba de nada trivial.
Tuve un pequeño y breve cuestionamiento entre si atender a su llamado o no, pero a fin de cuentas era algo obvio, debía ir a ver qué era lo que necesitaba, aunque fuera por pura cortesía.
Pretendí ignorar el hecho de que mi perro no se hubiera aparecido aún, ni siquiera cuando yo mismo salí al patio, traté de medio buscarlo con la mirada para ver si estaba dentro de su casita pero no vi ni una sola parte de su ser, era tan raro.
No sabía que mi duda se resolvería de inmediato cuando me giré para cerrar mi cerca.
━Perdón por llegar hasta adentro, pero la valla estaba abierta ━de inmediato sus palabras me hicieron reaccionar y entender un poco más de la curiosa desaparición de Mochi.
ESTÁS LEYENDO
El ayer que olvidé ━━ 𝘚𝘩𝘪𝘴𝘶𝘐𝘵𝘢
FanfictionCuando sueño, mis pensamientos son vacíos. Cuando intento ir un momento hacia atrás, todo se transforma en un abismo oscuro y sin fin. Y cada que veo su rostro afligido... No hay registro de él, ni de todas las cosas que él aseguró como verdaderas...