#4. MAFIA (Parte 1)

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Era sábado noche, el día de la semana que más trabajo tenía que hacer y, también, el que más dinero me aportaba. Miré mi reflejo en el espejo y me dispuse a ponerme color en los labios, esta vez rojo. Después, me coloqué el fino vestido de marca que tenía preparado para la ocasión, los zapatos, me ahuequé el cabello y miré mi reflejo en el espejo una última vez antes de salir.

El taxi ya me esperaba, siempre procuraba encargar la tarea de llevarme a mi trabajo al mismo conductor, era discreto, no hablaba ni hacía preguntas, así yo podía centrarme en mis pensamientos.

El taxi me dejó justo en frente de mi local, un lujoso bar de copas, aunque no siempre fue de mi propiedad.

Cuando entré saludé a mis empleados y me dirigí a mi despacho para revisar el libro de cuentas, sin duda el local despegaba y, como buena dueña, siempre procuraba estar detrás de la barra sirviendo copas, ya que era lo que más ingresos me otorgaba, y no, no me refiero a las copas, sino a la información que obtenía al servirlas y embriagar a mis clientes.

Y es que mi local era de los favoritos de los capos de la ciudad de Nueva York, los cuales pagaban una verdadera fortuna por información de sus rivales o "socios", información que no sospechaban que era yo la que la vendía, y es que sabía cubrirme las espaldas.

Últimamente no se hablaba de otra cosa que de la aparición de un nuevo capo que había escalado de forma rápida, sin que ningún otro pudiera impedírselo, y eso les generaba recelo e incertidumbre al resto. No sabían cómo lo había conseguido, ni su negocio real, ni a sus socios, por lo que, si conseguía averiguarlo, esa información me la pagarían muy, muy bien. Así que no tardé en mover los hilos de la red que había creado.

Me enteré rápidamente de su nombre y, al saber de quién, estábamos hablando no me extrañó que se hiciera un capo exitoso tan rápido. Se trataba de Loki, el ser que atacó esta ciudad hace 12 años, aún recuerdo ese día, uno de esos seres extraterrestres casi me asesina. Aquella vez no pudo hacerse con la ciudad, pero según los rumores que me estaban llegando, esta vez no tardaría en cumplir su propósito.

Dieron las 0:00 y nadie "importante" entró al local, sólo niños de la élite de NY, y es que, aunque fuera de los favoritos de los mafiosos, no todos los fines de semana me visitaban, a veces iban a otro local, otras veces tenían "trabajos" que hacer, eso sin contar que no les gustaba coincidir con varios capos, por eso antes mandaban a un socio para comprobar que fueran ellos los únicos "VIPS" de mi local.

Ya daba mi noche por perdida cuando vi un grupo de cinco hombres entrar a mi local, al frente de todos ellos iba uno vestido con un traje completamente negro, con el cabello largo y también del mismo color, este tenía las manos en los bolsillos mientras observaba con detenimiento todo el local. No tenía ninguna duda, se trataba de Loki, la persona que estaba deseando que entrara a mi telaraña para poder robarle sus secretos.

 —Oliver —llamé a mi ayudante más fiel y competente—. Atiende al grupo de señores, ofréceles el reservado VIP número 1 y tómales nota de la bebida.

—Oído —dijo Oliver antes de dirigirse a ellos.

Podría haber ido yo personalmente pero no me gustaba exponerme, el hecho de que pensaran que era una camarera del local y no la dueña me daba una gran ventaja.

—Quieren una botella de Royal Salute de 21 años —me dijo Oliver.

—¿No prefieren sangre de unicornio? —le dije de broma mientras sacaba la llave para abrir el mueble donde guardaba el whisky de lujo.

—Al menos han pedido que se lo sirvan solo.

—Es que mezclar este whisky sí que es un verdadero crimen. Lo sirvo yo —le dije. Y es que el hecho de no interactuar también resultaría sospechoso, más tarde mandaría a un camarero diferente.

LOKI LAUFEYSON // HISTORIAS Y ONE-SHOTS 🔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora