LOKI LAUFEYSON // HISTORIAS Y ONE-SHOTS 🔞

#12. SIRENA (Parte 1)

💚 Agredecer a elmundodeJessie por la idea para esta historia 💚

Esta historia no sigue a las de UCM

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"Otro día más". Pensé al despertarme aquel día. No sabía qué hora era ni tampoco me importaba, así que me levanté y bajé tranquilamente a desayunar a la terraza de mi jardín. Los empleados ya me tenían preparado todo, como siempre, tan sólo tenía que elegir qué deseaba tomar. Me serví un zumo de naranja mientras disfrutaba del sol de Midgard. ¿Cómo llegué aquí? Pues de la peor forma posible.

Hace 60 años era una joven aprendiz de hechicera en Asgard pero no era la única, estudiaba junto a otras aspirantes y nuestra maestra era nada más y nada menos que la mismísima Frigga. No obstante, cuando ella tenía asuntos que atender, era su hijo Loki quien nos daba las lecciones. Yo estaba enamorada hasta los huesos de él, al igual que mis compañeras, las cuales eran talentosas mientras que a mí me costaba poner en práctica hasta los hechizos más simples y, no sólo eso, a pesar de ser todas de la misma edad yo no estaba tan desarrollada como ellas, eran todas curvilíneas mientras que yo era una tabla, así que jamás mostré mis sentimientos a Loki, eso provocaría las burlas tanto de él como de las demás.

Un día estaba tan frustrada por haber provocado que Loki perdiera la paciencia conmigo que me fui a media lección, no quería continuar, no tenía talento para la magia y me encerré en mi habitación para meditar que otras opciones tenía hasta que llegó Frigga a verme.

—Loki me ha contado lo que ha ocurrido hoy. ¿Te encuentras bien? — me preguntó.

—No... Quiero dejarlo, no quiero seguir, jamás seré una hechicera medianamente buena.

—Eso es una tontería, hay mucho potencial en ti. Las ramas de la magia son muy extensas y tan sólo debes buscar aquello que se te da bien.

—¿Y qué se me da bien? Ni siquiera puedo dominar lo más sencillo.

—Eso deberás saberlo tú, querida, pero quiero que vuelvas, si te elegí a ti entre miles de aspirantes es por algo, no lo olvides —me dijo antes de irse.

Después de aquella charla fui directamente a la biblioteca mientras meditaba qué era lo que se me daba bien, de la magia nada pero en cambio... Tenía buena voz, de hecho cantaba durante las majestuosas fiestas de Asgard. ¿Pero de qué me servía aquello? Estuve buscando sin parar, hasta que un libro de leyendas midgardianas llamó mi atención y comencé a leer. Así fue como conocí la leyendas de las sirenas y como esos híbridos encandilaban a los hombres con su voz. ¿Podría hacer yo lo mismo?

Pasé semanas estudiando cómo podría usar mi voz a modo de hechizo, practicando a espaldas del resto, aunque sola no avanzaba nada por lo que un día decidí salir de palacio para probar con alguien pero, antes de salir, vi a un corcel encabritado atado a un poste. Me acerqué con cuidado, me puse a cantar y, desde el primer momento en que las notas salieron de boca, el corcel paró y me miró.

—Abajo —le dije y, ante mi asombro, el corcel se posó en suelo sobre sus patas.

Mi hechizo había funcionado a la primera y no podía esperar a probarlo en alguien y, ese alguien, llegó a los pocos segundos.

—¿Cómo lo has hecho? —preguntó alguien a mi espalda.

Era uno de los mozos y ahí vi mi oportunidad, volví a cantar y aquel hombre se quedó mirándome.

—No quiero que le cuentes a nadie lo que has visto —le dije.

—Por supuesto, mi Lady —dijo antes de ponerse con su tarea.